Marcelo Barovero (6): La seguridad de siempre, importante en el primer tiempo más que nada cuando Lanús inclinó la cancha. Sacó algunas y estuvo solido en las alturas. En el gol no pudo hacer nada, fue una bomba, pero pudo haber puesto alguno más en la barrera y haber cubierto su poste mejor.
Gabriel Mercado (5): Regular partido. Si bien no tuvo muchos problemas defensivos, tampoco fue determinante en ataque, usando su lateral muy poco. Esto también fue obra del rival, que al atacar, lo mantuvo sin oportunidades para subir.
Emanuel Mammana (5.5): Todavía se nota que le cuesta el nivel de la primera categoría, y más cuando su compañero de zaga no tiene tanto ritmo futbolístico. El rival lo atacó y lo puso en problemas en el primer tiempo más que nada. No siempre se mostró seguro en las salidas. En el segundo tiempo, se acopló y pudo mostrar lo mejor de él, quitando bien el balón en varias oportunidades.
Eder Álvarez Balanta (5.5): De a poco entra en el ritmo futbolístico que el equipo necesita. Todavía está un poco lento en el quite, pero mostró actitud para ir al ataque en un par de ocasiones. Cometió la falta que derivó en el gol.
Milton Casco (6): Otra vez demostró buena aptitud para volcarse al ataque, pero no pudo involucrarse en el circuito de juego, y estuvo algo errático en los pases y disparos. Le falta para entenderse con sus compañeros.
Carlos Sánchez (5): Otro que hace rato viene produciendo tareas mediocres, como si estuviera ahorrando energías para torneos más importantes. Hace tiempo se extraña su ida y vuelta, y su llegada con explosión al área.
Matías Kranevitter (7): Gran partido nuevamente, controlando el mediocampo y siendo la fuente de salida en los ataques, pasando el balón criteriosamente para los costados. De los mejores ayer, el más claro sin dudas.
Nicolás Bertolo (4): Muy poco del volante, que esta vez no fue ni agresivo ni tuvo un gran desempeño defensivamente. Todavía le cuesta engranar en el equipo. También estuvo poco eficaz cuando subió y pasó el balón.
Leonardo Pisculichi (7): Ayer fue una de las mejores versiones de los últimos tiempos de Piscu, que nuevamente utilizó su gran pegada para beneficio del equipo: en esta ocasión, derivó en un gol, el de Mora. Una de las mejores armas ofensivas, Piscu estuvo picante en el pase aunque no siempre preciso, y eficaz en la pelota parada.
Tabaré Viudez (4): Otro que viene demostrando actuaciones bastante opacas, ayer había empezado con gran vitalidad, pero no pudo nunca juntarse con sus compañeros, y trató de hacer la individual cuando el equipo necesitaba la asociación.
Lucas Alario (6): Hizo bien la labor de pivot, pero se le dificultó darse vuelta y enfrentar al arquero rival. No tuvo demasiadas oportunidades de gol, aunque las luchó todas.
Ingresaron:
Camilo Mayada (7): Propulsor del equipo, su presencia en el complemento le dio alas a un ataque que hasta ese momento era muy previsible, mediante su verticalidad y velocidad. Utilizó bien su lateral para llegar con peligro, y se asoció bien con sus compañeros. De lo mejor del equipo.
Rodrigo Mora (6.5): Metió el gol cuando River más lo necesitaba, en una jugada típica de delantero voraz. Buena labor en la presión, aunque todavía se nota que le falta un poco de ritmo futbolístico.
Gonzalo Martinez (5): Si bien se destaca su velocidad, se volvió a equivocar en la búsqueda de la individual, chocando casi siempre con la defensa rival, y malogrando la oportunidad de crear un circuito futbolístico.
Marcelo Gallardo – DT: Es verdad que ayer el Millo mereció algo más que un solo punto, pero esto ya se ha hecho común últimamente, como también lo es perder puntos en casa. Se nota que este equipo no tiene tanto tiempo jugando juntos, y que las lesiones han hecho mecha en la seguridad que antes tenía el plantel. Por un lado, el torneo ya es historia, y lo más importante está por venir. Para eso, será fundamental que se recuperen esos lesionados y que los que ahora juegan sigan agarrando ritmo futbolístico para tenerlos a todos afilados. En ese debe estar el DT, que ayer hizo los cambios a tiempo y River mejoró el nivel en el segundo tiempo. El miércoles, por la Copa Sudamericana, esperamos ver el nivel que ya extrañamos.
