El delantero colombiano, radicado en los Estados Unidos, recordó su paso por River, palpitó el superclásico y destacó que su sueño siempre fue volver a vestir la camiseta de su «equipo favorito».
Hacía mucho tiempo que Juan Pablo Ángel no dialoga con los medios argentinos. Y mucho menos se lo oía hablar de River. Anoche, por AM 1240, se despachó a gusto y arrancó la nota con una expresión de deseo que hasta la fecha no pudo cumplir: «Siempre soñé con volver a River, pero nunca se pudo materializar. Estuve cerca cuando estaban Leo y Hernán (Díaz), pero no se dio. Fue un acercamiento sin fundamento, pero el deseo siempre estuvo”, señaló el delantero oriundo de Medellín, que al mismo tiempo dejó una puerta abierta para el futuro de su hijo: «Todavía es muy chico, pero me gustaría que se forme en las inferiores de River”.
A la hora de recordar sus años con la banda roja en el pecho, es ineludible mencionar a los dos entrenadores que tuvo, y con quienes tuvo la fortuna de dar la vuelta olímpica y ganar el último bicampeonato del conjunto millonario hasta la fecha: «Con Ramón Díaz tengo un agradecimiento eterno porque me dio la posibilidad de jugar en River, se la jugó por mi. Con el “Tolo” Gallego también tuve un buen momento. El éxito de los dos fue tener nóminas impresionantes. Eran otras épocas”.
El último gran recuerdo de Juan Pablo, además de las vueltas olímpicas, es el recordado gol en el superclásico del Torneo Apertura 1999, que cortó una racha de nueve años sin triunfos en el Monumental frente al rival de toda la vida. Para el colombiano, es uno de los partidos más recordados de toda su carrera, sobre todo por el gol que le convirtió a su compatriota, Oscar Córdoba: “Hacerle un gol a Boca es algo difícil de explicar. Veo la repetición y no hay otra celebración como esa en mi carrera. Miro mi cara, mi reacción, fue una reacción que jamás había tenido. Miles de veces volví a ver el gol que le hice a Boca. Lo veo y me emociono porque ese gol a Boca fue el punto de inflexión con los hinchas de River”.
En vísperas de un nuevo River-Boca, las imágenes volverán a recorrer aquél recordado gol que Juan Pablo rememora con nostalgia, y que los hinchas no podrán borrar jamás de sus retinas. Como tampoco podrán olvidar el cariño y la identificación que este colombiano, resistido en un principio, terminó sellando para siempre con la afición millonaria: «Para el hincha de River tengo un agradecimiento eterno por todo lo que me hicieron vivir”.
