Por Ubaldo Kunz / Reportajes: Sergio Bogochwal
(Incluye audio/video) El sábado estuvimos en el predio de Ezeiza y dialogamos en exclusiva con Ezequiel Aguirre y Leandro Garate, los delanteros de la Cuarta que con sus goles sellaron otro campeonato para el fútbol amateur millonario.
Uno es grandote, alto, lleva la 9 en la espalda y vive del gol. El otro es chiquito, escurridizo y encarador. Pese a las diferencias visibles, Leandro Garate y el «Topo» Aguirre forman dentro de la cancha una sociedad ofensiva que a la Cuarta División le ha dado muy buenos resultados.
«Gracias a Dios se dieron las cosas. El esfuerzo y sacrificio se reflejó en la cancha y salimos campeones, que es lo que buscábamos», señala Leandro Garate, el goleador del equipo, quien además resalta la cohesión del grupo como uno de los factores claves a la hora de dar la vuelta olímpica: «Por ahí tuvimos que superar obstáculos, discusiones, pero siempre estuvimos muy unidos y adentro de la cancha más que compañeros somos hermanos».
La Cuarta cerró un año para la historia. Muchos de los chicos que forman parte de esta división levantaron la Copa Libertadores Sub 20 en Lima, Perú, a mitad de año. Uno de ellos es el «Topo» Aguirre, que integró el grupo que consiguió el máximo título continental: «En la copa pudimos dar la vuelta, ahora un bicampeonato en Cuarta, poder meter un gol, es una alegría personal«, señala Ezequiel, que ya piensa en el futuro y sueña con llegar a Primera: «Estoy haciendo el esfuerzo día a día para poder estar ahí, espero que la suerte me acompañe y si tengo que estar ahí, aprovechar la oportunidad».
Por último, Leandro Garate explicó por qué picó el penal en un momento crucial del partido, dando una muestra de personalidad notable: «No me dio miedo, sabía que entraba. El apoyo del grupo te lleva a hacer cosas así, sabía que si erraba después íbamos a tener una y la íbamos a meter de vuelta, estábamos tranquilos».
