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Por Ubaldo Kunz

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Esta tarde, River se despide de su gente en el Monumental con un condimento muy especial: la vuelta de Ramón. ¿Qué mejor escenario para comenzar a construir un equipo con otra mentalidad?

El #2D no será un día más. Luego de diez años y medio de ausencia, el técnico más ganador de la historia contemporánea millonaria vuelve a pisar el Monumental como entrenador de River. Es cierto, no armó ni dirigirá el equipo que enfrentará al Granate. Pero será el broche de oro para cerrar una etapa, dar una vuelta de página y mirar hacia el futuro con un horizonte un poco más optimista.

¿Qué puede aportar Ramón hoy? En los hechos y en tren de la sinceridad, sería ya apresurado hablar de una influencia decisiva del riojano, cuando el equipo apenas tuvo un par de prácticas con Gustavo Zapata luego de la partida de Matías Almeyda. Todo lo que acontezca desde lo futbolístico, para bien y para mal, tendrá vinculación directa con la manera en la que se trabajó durante la semana y cómo hizo el «Chapa» para «distraer» a los jugadores del clima enrarecido que se vivió en la previa y meterlos de lleno en el encuentro frente a Lanús.

Sin embargo, es inevitable pensar en lo anímico y todo lo que rodeó a la llegada de Ramón. La presencia del «Pelado» en la previa seguramente generará un clima festivo y favorable en las  tribunas. La vuelta del ídolo significa un cambio de aire importante, una bocanada de aire fresco que debería producir en los jugadores un poco más de alivio. Al menos la impaciencia y la presión que baja de las tribunas no tendrán hoy el protagonismo que sí tuvieron en las últimas fechas.

En definitiva, desde lo futbolístico es difícil esperar cambios sustanciales, más allá de la mano que metió Zapata a la hora de los cambios. Sí desde lo anímico, esperando que el «Efecto Ramón» traiga aires de esperanza y la ilusión de volver a ser (y ver) el River que GANA, GUSTA Y GOLEA. Es mucho pedir en lo inmediato, claro está. ¿Pero quién le dice que este riojano ambicioso y ganador logra contagiar dentro  de la cancha lo que ya contagió en más de la mitad del país?

Bienvenido Ramón. Y gracias por devolvernos la sonrisa.