Por Sergio Bogochwal
Esta mañana, en el predio de Ezeiza, el plantel se entrenó, por primera vez, bajo las órdenes de Ramón Díaz. El DT llegó bien temprano -pasadas las 7.30- al anexo que el Millonario posee en Ezeiza.
Poco después, el vicepresidente Diego Turnes se hizo presente en el lugar, y Daniel Passarella se sumó a las 8.30. Apenas pasadas las 9, como estaba pactado, comenzó el entrenamiento y Ramón juntó al plantel en la cancha 1 del predio, donde Passarella y el flamante DT le hablaron a lo jugadores durante, aproximadamente, 15 minutos.
Luego, los dirigentes dejaron la práctica en manos del Pelado y observaron el desarrollo de la misma desde el otro lado de la línea de cal.
Mientras quienes jugaron el domingo ante Lanús hacían trabajos regenerativos, los suplentes jugaban un picado informal en espacios reducidos. Para destacar, la presencia de los juveniles Federico Vega y Leandro Garate.
En tanto, Ramón se paseaba a sus anchas por el césped y dialogaba, uno por uno, con sus dirigidos. Empezó con Ponzio, siguió con Barovero, luego fue el turno de Mercado, Abecasis, Sánchez, Botinelli. Asimismo, juntó a Rogelio Funes Mori y a Mora para hablar.
En tanto, de los suplentes, separó a Walter Acevedo para intercambiar conceptos. Y también le habló al lesionado Martín Aguirre, quien trabajó diferenciado y realizó trabajos kinesiológicos junto a Trezeguet, Eder Álvarez Balanta, Maidana, Pezzela, Ramiro Funes Mori y Ledesma.
Según explicó luego en conferencia de prensa, su objetivo es hablar con los jugadores uno por uno para transmitirle su idea de juego, la importancia de la camiseta que visten y trabajar en el aspecto motivacional.
Por momentos, Ramón se acercaba a Passarella y a Turnes para dialogar. Todo bajo un marco cordial y amistoso.
Mañana, el entrenador volverá a dirigir la práctica desde las 9 en Ezeiza, donde empezará a delinear el once inicial para jugar en San Juan, aunque, según aclaró, no tiene en mente muchas modificaciones, lo que hace pensar que iría con el mismo esquema táctico utilizado por Zapata.
El dato de color: un grupo de niños de un club de Junin se acercó a Ezeiza para presenciar la práctica. Integrantes de la institución le obsequiaron una camiseta azul y verde fluorecente al presidente, quien posó con la misma, se sacó fotos con los chicos y firmó decenas de autógrafos. Algunos de los chicos se acercaban desesperados al Kaiser, pero muchos se mostraban desilusionados, ya que querían saludar a los jugadores o al DT. Incluso, alguno de los niños deslizó un insulto para el odiado mandamás de la institución de Núñez.
