River volvió a apostar por la línea de tres en defensa y mostró mucha solidez en el segundo superclásico. Al igual que en Mar del Plata, terminó con el arco en cero y encontró puntos altos en Román, Bottinelli y Mercado.
Ramón puede dormir tranquilo. Al menos en defensa, puede conformarse con el rendimiento individual y colectivo del líbero y los dos stoppers que se perfilan como titulares, porque tanto Adalberto Román como Gabriel Mercado y Jonathan Bottinelli cumplieron y aprobaron el segundo examen.
Más allá de algunas imprecisiones en la salida desde el fondo -fundamentalmente por exceso de confianza en Bottinelli y Román-, Marcelo Barovero casi no tuvo trabajo, salvo en una sola jugada que falló Vangioni y luego recompuso el error salvando de cabeza en la línea.
En los noventa minutos, la línea de tres volvió a mostrar solidez y firmeza tanto por abajo como en el juego aéreo, alejó el poco peligro que produjo el conjunto que dirige Carlos Bianchi, y volvió a cerrar el partido con el arco en cero. Es por eso que, más allá de la definición por penales, River encontró un funcionamiento defensivo que tranquiliza.