Iturbe jugó su primer partido desde el arranque con la camiseta de River y fue una de las figuras del equipo. Debió salir en el segundo tiempo por el desgaste y las patadas que recibió, pero dejó la sensación de haber ganado un puesto entre los titulares.
Tuvo que esperar medio torneo para entrar desde el minuto cero. Pero la espera llegó a su fin y Juan Manuel Iturbe pudo disputar su primer partido como titular desde que llegó a River.
El ex Cerro Porteño cumplió y con creces. Pese a que en el primer tiempo estuvo errático y solitario, se las ingenió para arrimar el poco peligro que generó River de mitad de cancha hacia adelante. Tuvo una sola situación clara, tras una habilitación de Manuel Lanizini, pero se le fue larga y cuando enganchó para rematar al arco ya tenía el defensor encima.
En el complemento se vio lo mejor de Iturbe desde que llegó a River. Recostado sobre la derecha, pero participando activamente del circuito de juego, el delantero millonario volvió loco a Grimi por el lateral. De hecho, recibió una patada artera que debió ser penalizada con expulsión para el marcador de punta «tombino».
El delantero millonario obligó una y otra vez a la defensa local, que acudió a la reiteración de faltas para poder frenar la velocidad del jugador de River. De una de esas infracciones llegó el gol de Eder Álvarez Balanta, luego de una precisa ejecución de Manuel Lanzini.
Luego, debió ser reemplazado por Rodrigo Mora. Salió extenuado, algo golpeado, pero con la tranquilidad de haber hecho un muy buen partido y la sensación que será titular contra Quilmes en el Monumental.
