Si bien carece de delanteros de experiencia, River sufre por falta de juego y desatenciones.
River necesita ordenarse para no dar ventajas. Cuando se lo presiona sufre demás y no logra estabilizarse. No pudo ni supo cómo lastimar a Godoy Cruz, y tan sólo llegó a inquietar claramente cuatro veces.
Jorge Carranza le tapó una clarísima a Giovanni Simeone, Manuel Lanzini remató por arriba, Jonathan Fabbro pateó desde afuera del área y el arquero mandó la pelota al córner y Carranza volvió a controlar un remate de Vangioni. Esas fueron las más claras.
Ante la falta de delanteros de experiencia, los más chicos van ocupando la posición e intentan que el “Millonario” se amigue con la red. A pesar de esto, River carece de juego colectivo y al no crear, la pelota no le llega con facilidad a los delanteros, quienes luchan ante la marca de los defensores rivales.
Cuando Lanzini logra soltarse pesa más que Fabbro, quien todavía no logra acomodarse y obtener un buen rendimiento.
Carlos Carbonero aprovechó en varias ocasiones la banda derecha y pudo lastimar. Por el otro lado Osmar Ferreyra se mantiene irregular y Vangioni preocupado por marca, pierde una de sus grandes características: pasar al ataque y aprovechar también su buena pegada.
Ramón Díaz espera por los delanteros experimentados para poder marcar presencia en el área, pero también sabe que el equipo debe mejorar para ser punzante y desequilibrar.
Por Juliana Palleros –