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ALZAMENDI

En diálogo exclusivo con LA MÁQUINA, Antonio Alzamendi recordó uno de los pocos triunfos de River en territorio ecuatoriano, por la Libertadores 1986. Además, analizó el presente del equipo de Ramón y destacó que se sintió maltratado la última vez que visitó el Monumental.

La historia marca que solamente en dos oportunidades River ganó por torneos internacionales en Ecuador. Uno de esos triunfos sirvió para superar al Barcelona en Guayaquil y meterse en la final de la recordada Copa Libertadores de 1986, la primera que quedaría en las vitrinas del Monumental.

Por eso, en diálogo exclusivo con LA MÁQUINA, el recuerdo de aquél partido es inevitable cuando del otro lado del charco atiende el teléfono Antonio Alzamendi: «Fue un partido que nosotros jugamos muy bien. Nos habían echado al Beto Alonso. Dominamos todo el tiempo, pero hicimos goles de contragolpe, uno yo, otro Centurión y el otro Gorosito. Estábamos muy firmes, al Barcelona de local era muy difícil ganarle, gracias a Dios las cosas nos salieron bien», señaló el ex-delantero millonario.

Para Alzamendi, no existe una mística especial a la hora de jugar un certamen internacional, porque la presión de ponerse la banda roja en el pecho es superior a todo: «La hombría hay que demostrarla en todos lados, un equipo como River te exige que todos los partidos tenés que ganar, tanto de local como de visitante. La personalidad del jugador tiene que superar el peso de una camiseta tan importante», admitió el uruguayo.

Por eso, Antonio remarcó: «Un hombre debe estar muy bien preparado y ser muy valiente para vestir una camiseta tan grande como la de River, porque siempre te exigen ganar, tenés que ser primero, el conformismo no existe. La gente quiere que River gane, el jugador al firmar un contrato tiene que saber lo que significa defender una camiseta de ese estilo».

A la hora de analizar el presente del equipo de Ramón, el atacante oriental afirmó: «River juega muy bien, arriba tendríamos que tener más peso, pero no es fácil encontrar jugadores que definan. Los segundos tiempos tiene que fijarse Ramón, para no jugar muy bien en el principio y caerse después. Pero en eso tiene que ver mucho el jugador y la firmeza del equipo».

Además, recalcó la importancia que tiene la personalidad de los juveniles que surgen del semillero a la hora de consolidarse en Primera: «Yo quiero ver a los proyectos siendo campeones, dejando a River muy arriba, haciendo goles. Los proyectos tienen que terminar como Aimar, como Ortega, Caniggia, Troglio, que terminaron dando satisfacciones. No sirve que jueguen bien un torneo y otro mal, tienen que demostrarlo ganando campeonatos y haciendo goles», subrayó.

Por último, Antonio Alzamendi no tuvo reparos a la hora pegarle a la dirigencia del club de Núñez: «Hay gente que capaz no conoce la historia de los jugadores de River, o gente que se cree más importante que uno. Son cosas que hay que acomodarlas. Me encantaría que vuelva a ser lo que era antes como institución, daba gusto estar en River. Hoy entrás y te miran como si fueras sapo de otro pozo», concluyó el autor del gol más importante de la historia  millonaria, esa que muchos debería re-leer.

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