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Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma.
Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma.

Lanús y River no se sacaron ventajas en el primer cruce e igualaron 0 a 0 en un discreto partido. El local tuvo las situaciones más claras, pero chocó con otra gran noche de Barovero. Los dirigidos por Ramón acumulan cinco encuentros sin marcar goles.

La previa y los antecedentes hacían creer que River y Lanús iban a ofrecer un gran partido, con emociones y muchas situaciones de gol. Por nombres, sistemas y disposición a mirar el arco de enfrente como premisa. Sin embargo, brindaron un espectáculo que no estuvo a la altura las expectativas que ambos equipos podrían haber generado.

En los primeros 45 repartieron la hegemonía. Los dirigidos por Ramón tomaron la iniciativa y el dominio del balón, con buena circulación en la mitad de la cancha, con Ponzio como eje y Kranevitter como rueda de auxilio. Pero Lanzini estuvo muy alejado de su nivel habitual y los  delanteros perdieron casi siempre en la fricción que propuso Lanús. Por eso, el «Granate» fue ganado terreno con el correr de los minutos y dio la sensación de terminar mejor, más allá de generar poco trabajo cerca del arco de Barovero. El 0 a 0 era justo hasta el momento.

En el complemento, Lanús arrancó mejor y rápidamente convirtió a Barovero en figura. Primero, «Trapito» alcanzó a desviar un zurdazo de Santiago Silva que casi se mete en su palo derecho. En la jugada siguiente, le ahogó el grito de gol al «Pulpito» González. Luego, River contestó con una buena jugada colectiva que desperdició mano a mano Lanzini con Marchesín. Y pocos minutos después, Teo definió mal sólo frente al arquero granate.

A pesar de la reacción millonaria, Lanús consiguió ganar la mitad de la cancha y apretó a River contra las cuerdas. Barovero tuvo que jugarse el pellejo primero con Pereyra Díaz, luego con Lautaro Acosta, en dos jugadas muy claras para el local. Sobre el final, los dirigidos por Ramón sufrieron la ingenua expulsión de Álvarez Balanta, que obligó a aguantar el cero en el arco propio y resignar el gol de visitante.

Con este resultado, River acumuló cinco encuentros sin marcar (es el tercer 0 a 0 consecutivo), pero se fue del sur sin goles en contra y un empate con sabor positivo. Al menos, la llave está abierta, y se define en el Monumental.

Por Ubaldo Kunz