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FOTO: Olé Digital
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En el Monumental, River volvió a sumar de a tres y se metió de lleno en la lucha. Venció a Newells’ con gol de Carbonero y acumuló su tercer triunfo consecutivo.

Entonado, afilado y agrandado. Así llegó River al Monumental, con el desafío de alargar la racha de victorias y sumar 9 de 9. Algo impensado hace semanas atrás.

Por eso, no sorprendió que los primeros 45 minutos el «Millonario» lo pasara por a River a Newell’s. Sin tenencia ni monopolio del balón, es cierto. Pero mordiendo en toda la cancha, cortando los circuitos futbolísticos y lastimando el arco de Guzmán cada vez que se lo propuso.

A los 7 minutos, la primera jugada del local terminó con la pelota en la red. Un centro de Rojas dejó frente al arco a Cavenaghi, que no pudo ante Guzmán. El rebote le quedó a Carbonero, que sólo tuvo que empujarla de cabeza para desatar la locura de todo el estadio.

Envalentonado, River presionó y ganó casi todas las divididas. De esa presión nacieron las mejores situaciones. Lo tuvo Cavegol en un mano a mano que rebotó en el cuerpo de Guzmán. También Lanzini sobre el final, que definió a la parte externa de la red cuando el 1 de Newell’s ya había quedado en el camino.

En el complemento, la visita adelantó sus líneas y comenzó a jugar más cerca de Barovero. El ingreso de Trezeguet le dio más peso al ataque leproso, que buscó principalmente a través del juego aéreo.

Por su parte, River apostó casi exclusivamente al contragolpe y tuvo algunas situaciones para liquidarlo. La más clara fue un remate de Teo que definió por encima del travesaño.

Lejos del juego vistoso, el «Millonario» volvió a ganar tres puntos «trabajados», a puro overol y sacrificio, para seguir bien cerca de la punta y meterse de lleno en la pelea por el campeonato.