Una vez más Leandro Chichizola volvió a ser protagonista. Con el penal que le tapó a Saja, River sigue en la pelea más que nunca.
Con pocos partidos bajo los tres palos, Leandro Chichizola hizo cosas importantes. Y anoche, ante Racing, cambió abrazo de gol por abrazo de penal atajado.
El arquero venía de taparle un penal a Estudiantes y de muy buenas atajadas en encuentros anteriores, y si bien ayer recibió goles, el final fue todo suyo.
El nacido en San Justo, Santa Fe, se quedó con el penal ejecutado por Sebastián Saja y River no sólo se adueñó del clásico, sino que sigue en la pelea más que nunca.
Todos son importantes cuando el objetivo es grande, y para demostrarlo está el campo de juego. El arquero entró sobre el final del torneo y vaya si demostró que pueden contar con él.