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FOTO: Prensa River
FOTO: Prensa River

Marcelo Barovero (7.5): Es verdad que no fue probado mucho, pero cuando lo fue, reaccionó con la experiencia que lo caracteriza, en especial en ese mano a mano del primer tiempo que resolvió como mandan los libros, haciendo grande su cuerpo y cubriendo los espacios.

Gabriel Mercado (7): Es el tipo de marcador que se necesita para partidos como este. Férreo, en un partido chivo, nunca lo desnivelaron por su sector. Clave en la defensa millonaria, este marcador siempre aparece en las difíciles. Además, estuvo a punto de marcar en un par de ocasiones mediante el cabezazo, uno de sus fuertes.

Jonatan Maidana (7): El central impuso su habitual jerarquía en un partido donde se suponía, la defensa del «Millo» iba a ser probada. Y Jonatan cortó siempre con criterio y estuvo bien ubicado. Se entendió bien con Pezzella, aunque no habían jugado mucho juntos. Bien en el juego aéreo.

Germán Pezzella (6.5): Otra buena actuación del central. Aunque fue buscado por el ataque rival, en general no fue superado. Atento siempre. Se necesitó su contribución no sólo en la marca, sino también en la salida, debido a la presión alta que usó Newell’s, y en esa faceta también se lo vio bien.

Ramiro Funes Mori (7.5): Es verdad que en una ocasión en el primer tiempo, quedó en ridículo por un caño que se comió, pero, a pesar de que jugó en una posición no habitual, lo hizo de gran manera, ganando la mayoría de los duelos por su sector, tirándola afuera cuando no sabía quién estaba atrás y metiendo el cabezazo del gol cuando el partido necesitaba de la altura de los defensores en el área rival.

Carlos Sánchez (5.5): No pudo imprimirle al rival la intensidad ofensiva que usualmente lo caracteriza, pero sí estuvo bien en la marca, anticipando las salidas del rival y cortando su circuito de juego. Esto hizo que Newell’s no pudiera llegar al arco con facilidad.

Leonardo Ponzio (6): Como la mayoría del equipo y debido a la presión del rival, en el primer tiempo estuvo defectuoso en el juego ofensivo. No pudo ser el eje para suplir ni a los costados ni a los de arriba. Al mismo tiempo, fue sobrio defensivamente, ya que Newell’s no pudo traspasar el medio con tranquilidad. Con el paso del partido, la victoria en las manos y la entrada de Guido Rodriguez, leyó bien lo que se necesitaba de él y ayudó en la marcación y la quita de espacios al rival.

Ariel Rojas (5.5): Acertado en la distribución del juego, se le hizo difícil crear situaciones ofensivas que causen peligro. Se le notó la falta de Vangioni por su costado, y el rival hizo un buen partido cubriendo sus salidas. Estuvo bien en la marca.

Leonardo Pisculichi (5.5): Difícil partido para los hombres encargados de la creación de River en este partido. Piscu nunca hizo pie y no pudo desnivelar con su habitual habilidad. Lo que sí aprovechó al máximo fueron las pelotas paradas, los centros, y desde esa vía produjo su asistencia para el mellizo, aunque antes lo pudo haber hecho con Mercado y Boyé también.

Rodrigo Mora (5): Muy aislado y sin mucha compañía en ataque. No pudo asociarse nunca y menos desnivelar en el marcador. No fue tanto su culpa sino una virtud del rival.

Lucas Boyé (6): Estuvo picante. Si bien no pudo marcar, tuvo una ocasión muy clara. Sigue con esa racha negativa, pero muestra pasta de buen delantero. Lo será cuando se le abra el arco. Ayer, usó su cuerpo en buena forma para ganar varias veces en la lucha y de los de arriba fue el que más quiso y trató de asociarse.

Ingresaron:

Augusto Solari (5.5): Hizo lo requerido de él. Cubrió bien el puesto de Gaby Mercado. Trató de subir un par de veces, inefectivamente.

Guido Rodriguez (6): Entró para ponerle un cerrojo al mediocampo y lo hizo: Newell’s no pudo crear situaciones aunque estaba en desventaja. Se asoció bien con Ponzio y con Rojas.

Giovanni Simeone (5): Tuvo pocos minutos en la cancha y no pudo recibir claramente ni crear situaciones de riesgo para el rival.

Marcelo Gallardo (DT): Su equipo había quedado afuera de la Copa Argentina y este partido era mirado con una lupa por varios que querían acercarse al «Millonario» en la tabla. En un partido difícil, el Muñeco leyó muy bien la importancia de una victoria en este reducto, dejando de lado las virtudes conocidas hasta ahora de su equipo: éste supo jugar por arriba, con pelota parada, y ganó sin lucir. Pero la victoria fue merecida. La entrada de Guido Rodriguez fue un acierto del entrenador, que cerró un partido vital en la búsqueda del bicampeonato.