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FOTO: Prensa River
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River se recuperó de un primer tiempo para el olvido y trajo de Medellín un empate que sabor a satisfacción. Orlando Berrío abrió el marcador para el conjunto verdolaga, mientras que Leonardo Pisculichi igualó para el equipo de Gallardo.

Otra vez River, otra vez. Cuando parece que besa la lona y cae por nock-out, se levanta, lucha, deja hasta el último suspiro y remonta una pelea casi imposible, de esas que en otro momento y en otras circunstancias obligarían a tirar la toalla.

El conjunto millonario estuvo a merced y voluntad de Atlético Nacional en esos primeros 45 minutos iniciales que fueron para el olvido. Ponzio no pudo controlar nunca a Edwin Cardona, cerebro y gran estratega del equipo verde. Orlando Berrío y Jonathan Copete -sobre todo el primero- aprovecharon las espaldas de Vangioni y Mammana. River sufrió por las bandas y desde ahí llegaron las situaciones más peligrosas y el gol de Berrío a los 35 minutos de juego.

En el segundo tiempo, River salió a jugar el partido que soñó y planificó desde el vamos. Atlético Nacional se retrasó en el campo, le cedió la pelota al conjunto millonario y desde ahí, comenzó a sufrirlo. La primera clara la tuvo Sánchez en el comienzo, luego de una gran habilitación de Teo. Luego, avisó Pisculichi de tiro libre. Las manos firmes le dijeron que no al «15» de La Banda, que tuvo su revancha pocos minutos después tras un violento remate que no logró desviar Franco Armani.

El equipo de Gallardo estuvo cerca de dar vuelta el marcador con un cabezazo de Ramiro Funes Mori que pasó besando el palo derecho de Armani y un derechazo de Fernando Cavenaghi que se fue por encima del arco. También lo pudo perder por un anticipo de Sebastián Pérez que se estrelló en el travesaño.

Con la igualdad, River mostró más aplomo y controló gran parte del segundo tiempo. Redujo al conjunto de Osorio a su mínima expresión. Por eso, el empate le sentó mejor a los de Núñez, que más allá del resultado, mostraron capacidad de reacción y mejoraron de un tiempo a otro su desempeño colectivo. River se hizo patrón en Medellín. Y vuelve a Buenos Aires con una igualdad que ilusiona.