Por Pablo Labanca
Partido de una diferencia abismal. Quedó en evidencia la diferencia de jerarquía entre un equipo y otro. Por momentos me hizo acordar a un partido de la liga española, cuando juega el Barcelona o el Real Madrid contra un equipo de poca relevancia.
Sarmiento mostró ganas y entusiasmo, pero cuando River apretó el acelerador no hubo más partido. El equipo mostró un rendimiento en todos sus jugadores de 6 puntos para arriba, muy parejo en todas sus líneas, con un «Pity» Martinez que cada día me gusta más. Es un jugador que la camiseta de River le va justa. Habilidad, talento y desequilibrio. Un Sánchez con llegada al gol permanentemente. Kraneviter y Rojas que manejaron el medio como quisieron y la defensa que no pasó mayores sobresaltos.
Teo mostró sus dos caras: por momentos, la de la displicencia; por otros, la de su jerarquía, tanto para definir como para marcar un pase. También hubo un buen partido de Cavenaghi, quien se acopló bastante bien mostrando su calidad pero continúa lento en los giros, producto de su estado físico
La única falencia -mínima- fue el caso de Álvarez Balanta, sin dudas un jugador de nivel mundial, pero a veces sale muy lejos a cortar y comete faltas algo innecesarias. Solo una observación sobre un excelente jugador.
Con respecto a Mayada, tiene un despliegue muy interesante. El tema es que jugando como lateral por sus espaldas muchas veces pueden originarse huecos, le cuesta la marca.
Esperamos mucho tiempo para volver a tener un plantel con identidad, que sepamos a lo que juega y que tenga una cierta autoridad para imponerse ante el equipo rival. Siempre se puede mejorar e ir perfeccionando el camino. Empezar de esta forma siempre es una inyección de confianza enorme para un campeonato que será eterno . Cada cosa que juegue River tendrá la obligación de ganarlo, aunque la prioridad sea la Copa Libertadores.
