Increíble el partido que se perdió ante un rival de segundo orden y diez veces inferior a River. No lo perdimos por la altura sino por errores individuales que nos costaron el resultado final.
River jugó un buen partido hasta los 25 minutos del segundo tiempo, donde se plantó bien en la cancha ocupando con criterio los sectores, jugó corto y hasta pudo ganar en alguna oportunidad. La lesión de Pezzella y el cansancio de Ponzio fueron factores que tuvieron cierta incidencia en la caída del equipo en los minutos finales.
Decía que se perdió por equivocaciones individuales: en el primer gol, Solari pierde la marca y no lo ayuda a Mercado; luego Uribarri se deja anticipar. Hay ciertos jugadores que no me terminan de cerrar y no por estos errores, sino por su falta de compromiso, que se ve en muchas ocasiones cuando les toca entrar. Ellos dos son un claro ejemplo. En cuanto a errores no puedo dejar de mencionar la responsabilidad de Barovero en ambos goles.
Me quedan sensaciones ambiguas. Por un lado, la satisfacción de haber respondido en cuanto al rendimiento a pesar de las situaciones adversas de la altura y la cancha en mal estado. Por otro lado, la bronca del resultado y de perder de esta forma en un partido que estaba controlado.
En la previa se podía perder, pero el rendimiento me deja cierta tranquilidad de cara al futuro. River con la actitud que tiene y con lo que ya sabemos que puede mostrar, no debería tener problemas en clasificar.
