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IMAGEN: Prensa River
IMAGEN: Prensa River

Carlos Sánchez sigue demostrando partido a partido que su buen momento no es sólo una racha. Cuando el volante uruguayo se mete de lleno en el partido, es gravitante y decisivo. Como esta noche en el Monumental, ante Tigres.

Su buena labor tuvo un broche de oro con el gol del empate. Más que gol, un GO-LA-ZO. Pero además de su presencia en la red, a lo largo de los 90 minutos fue el jugador más desequilibrante del equipo de Gallardo en la faceta ofensiva.

Lo mejor del mediocampista charrúa se vio en la segunda etapa, con el ingreso de Mayada por Mercado. El DT millonario interpretó que había que estirar la cancha por la derecha y no se equivoco, ya que River inició y finalizó por ese sector la gran mayoría de los ataques que tuvo en el complemento.

Además de su compatriota Mayada, Sánchez encontró en Teo otro socio interesante, sobre todo cuando el colombiano se retrasó unos metros para formar parte del circuito de juego y gestaron, desde su simpleza y talento, las mejores jugadas asociadas del millonario. No alcanzó en el resultado. Pero en Sánchez, River tiene una garantía.