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IMAGEN: AFP
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Aunque no alcanzó para conseguir los tres puntos, Leonardo Pisculichi volvió a recuperar el nivel que supo mostrar el año pasado. Con su pegada fue clave para abrir el partido y generar las situaciones más claras del millonario.

El empate en Chiclayo dejó un sabor desagradable. Es que River perdió dos puntos ante Juan Aurich por deficiencias propias más que por virtudes del rival, sobre todo a partir de las falencias en la definición.

En ese contexto, uno de los puntos altos del equipo fue Leonardo Pisculichi. Sin tener una actuación descollante, fue el más claro del millonario en la distribución del balón, sobre todo en el primer tiempo. Más allá del buen criterio para poner la pelota en el piso y jugar, recuperó su justeza en la pegada y sacó provecho de su precisión en el gol de Álvarez Balanta.

Cerca del área rival, fue tan desequilibrante que le cometieron un penal que el árbitro ignoró. Esa jugada y un remate desde afuera del área que el arquero peruano logró desviar al corner fueron las últimas dos pinceladas del número 15, que abandonó la cancha a los 28 minutos para darle su chance al «Pity» Martínez. Piscu recuperó su nivel y de él dependerá en gran parte la remontada de un equipo que necesita volver a creer.