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IMAGEN: Prensa River
IMAGEN: Prensa River

En el estadio Monumental, River Plate derrotó al Sevilla F.C. por la mínima diferencia gracias al tanto conseguido por Juan Cruz Kaprof a 8 minutos del final. De esta manera, la Supercopa Euroamericana quedó en las vitrinas del club millonario.

El estadio Antonio Vespucio Liberti se vistió de gala para vivir el choque entre dos campeones. Y más allá que la copa en juego todavía no es reconocida todavía como título oficial, River Plate y Sevilla F.C. disputaron un encuentro vibrante, intenso y por momentos muy friccionado, como una verdadera final.

En el comienzo, el conjunto español tuvo la primera aproximación al arco millonario a través de un remate de Kevin Gameiro, que contuvo Chiarini sin dificultades. River Plate esbozó una reacción a los 17 minutos, con un potente zurdazo de Leonardo Pisculuchi que salió cerca del palo derecho de Beto Bastos. El conjunto millonario comenzó a crecer desde la posesión del balón, pero Sevilla era peligroso cuando contestaba de contra.

A los 23 minutos, la visita tuvo la situación más clara de la primera etapa en los pies de Iago Aspas, quien definió mano a mano con el arquero de River y la pelota salió besando el poste derecho del arco que da al Río de la Plata. Diez minutos después, Gio Simeone anticipó de cabeza luego de una gran ejecución de Pisculichi y el balón se fue muy cerca. A los 38, Boyé armó una gran jugada individual «en una baldosa» y habilitó a Solari, pero Beto Bastos envió el remate por encima del travesaño. Así, palo por palo, casi sin sacarse distancias, se fue una primera etapa con más roces que juego.

El conjunto español salió al campo de juego con cuatro modificaciones para el segundo tiempo. River, en cambio, sólo preservó a Gabriel Mercado y retrasó a Augusto Solari, uno de los jugadores más desequilibrantes de la primera etapa. Más allá de la variante posicional, el millonario siguió dominando el juego.

A los 7 minutos avisó Juan Cruz Kaprof con un derechazo que dio en el poste. En el rebote, Lucas Boyé empujó el balón al fondo de la red y generó el primer grito de la noche, pero estaba en off side. El lineman anuló y acertó.

 

A los 29 minutos, otra vez el palo volvió a jugar a favor de Mariano Barboza. En esta oportunidad, la jugada nació en los pies de Kaprof, Rodrigo Mora se perfiló y le sacó astillas al poste izquierdo. A esta altura, River era más y merecía anotar la ventaja.

A 8 minutos del final, cuando el desenlace conducía a una definición desde los doce pasos, esta vez fue Rodrigo Mora el que metió un bochazo a las espaldas del segundo marcador central y Juan Kaprof, con un taco exquisito, marcó el único tanto de la noche. El que le dio al conjunto millonario una nueva copa y la chance de superar al último campeón de la UEFA Europa League.

Así, la Supercopa Euroamericana quedó en Núñez. Las cosas, otra vez en su lugar.