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IMAGEN: Prensa River
IMAGEN: Prensa River

River ganaba con comodidad en la primera etapa, pero se durmió en el complemento y Gimnasia alcanzó la igualdad. Sobre el final, Rodrigo Mora aprovechó otro rebote en el área para conseguir una victoria clave en La Plata.

Con gritos de Fernando Cavenaghi, Augusto Solari y Rodrigo Mora, el equipo de Marcelo Gallardo consiguió tres puntos claves en el bosque platense, en un partido que tuvo condimentos de todo tipo.

En la primera etapa, el local arrancó mejor y tuvo en los primeros minutos las chances más claras del encuentro. A los 2 minutos, luego de una gran escapada de Maximiliano Meza por la izquierda del ataque tripero, Álvaro Fernández quedó mano a mano con Julio Chiarini y definió apenas desviado. Diez minutos después, lo tuve Vegetti de media vuelta, pero el uno de River envió el remate al tiro de esquina.

La reacción del conjunto millonario llegaría a partir del primer cuarto de hora. A los 17′, luego de un centro preciso de Ariel Rojas desde la izquierda, Sebastián Driussi alcanzó a impactar el balón cayendo al piso y el disparo salió apenas desviado. Tres minutos después, el mismo Driussi dejó en soledad a Fernando Cavenaghi frente a Nicolás Navarró, pero el «9» de River remató al cuerpo del arquero. A los 23′ luego de un corner desde la derecha, Maidana sorprendió con una chilena, pero el arquero del «Lobo» volvió a intervenir y mandó la pelota al tiro de esquina.

El partido no daba respiro. Situaciones de un lado y del otro. Pero en el golpe por golpe, el equipo de Gallardo capitalizó mejor las situaciones que tuvo. A los 32′, un centro que parecía sencillo para Nicolás Navarro, terminó en un «blooper» del arquero,  que dejó la pelota servida para que Cavenaghi la empujara hacia el fondo de la red. Cinco minutos después, Driussi desbordó por izquierda y envió un centro atrás que culminó con un despeje fallido, el remate de Rodrigo Mora, otro rebote incomprensible de Navarro y el gol, esta vez, en los pies de Augusto Solari.

En el complemento, Gimnasia salió con la determinación de presionar al conjunto millonario más arriba y lo terminó empujando hacia su arco. Luego de cuatro córners consecutivos, llegó al descuento gracias a un cabezazo esquinado de Maximiliano Coronel que volvió a sembrar incertidumbre en el partido.

Gallardo movió el banco y mandó a Kranevitter en lugar de Pisculichi con la intención de salir del sofocón, pero el cambio no resultó. No sólo Gimnasia siguió empujando, sino que el mediocampista recién ingresó se cargó de faltas y una amonestación en pocos minutos en cancha. A los 27′, luego de un foul innecesario en el borde del área, Ignacio Fernández vulneró la barrera millonaria y estampó la igualdad.

Sin embargo, siete minutos después el «Muñeco» realizó un cambio que enmendó el desacierto anterior. El ingreso de Lucas Boyé dotó a River de otra dinámica y profundidad en el ataque, que no sólo permitió salir del ahogo del equipo de Pedro Troglio, sino que permitió trasladar las acciones nuevamente al arco de Navarro.

De un remate fortísimo de Boyé llegó el tiro de esquina que derivó en un nuevo rebote en el área y una habilitación casual a Rodrigo Mora, que empujó debajo del arco y volvió a darle vida al equipo de Gallardo, en un partido chivo de principio a fin.

En el último aullido en el Bosque, River volvió a sumar tres puntos claves para meterse de lleno en la pelea por el campeonato.