(INCLUYE GALERÍA) La definición del Grupo 6 de la Copa Libertadores fue tan dramática como increíble. Es que el millonario no sólo dependía de lo que hiciera en el Monumental ante San José. Los oídos estaban puestos en lo que sucediera en Chiclayo.
A los 10 minutos de la primera etapa, los hinchas millonarios explotaron con un grito ensordecedor por primera vez en la noche. No se trató de un gol de La Banda, sino de Tigres en Perú. Con ese resultado, River sólo necesitaba ganar. Por la mínima, sin importar la diferencia de gol, ya que superaría en puntos a Juan Aurich.
Sin embargo, el equipo de Gallardo cayó en el nerviosismo de la gente, que pasaba de la euforia a la desesperación en cuestión de segundos. ¿Qué pasaba? Tigres y Juan Aurich jugaban un partidazo, golpe por golpe. Y así fue toda la noche.
Cuando River terminó de definir su encuentro a los 10 minutos del segundo tiempo, todos los oídos y las miradas estaban puestas en Juan Aurich-Tigres. Los que estaban cerca de los monitores en los palcos y plateas, directamente ni miraban hacia el campo de juego del Monumental. Lo más interesante de la definición se jugaba en Perú, donde Juan Aurich dio vuelta el marcador con un penal inventado, vino la reacción de Tigres y la goleada por 5 a 4, que desató el delirio y el carnaval en el Monumental de Núñez, que por momentos se trasladó al corazón de Chiclayo.
