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IMAGEN: Prensa River
IMAGEN: Prensa River

En el Monumental, River goleó a Banfield por 4 a 1 y mantuvo la punta. Driussi, Funes Mori y Cavenaghi por duplicado fueron loa goleadores de La Banda.

A River se le abrió el arco. Después de sufrir una seguidilla de partidos en los que erraba casi todo lo que generaba, volvió a transitar por el camino de la contundencia. Lo sufrió San José de Oruro el último miércoles por la Copa. Lo padeció esta tarde el «Taladro» en su visita a Núñez.

En la primera etapa, el conjunto de Gallardo ejerció el dominio del juego pero se topó con un equipo ordenado, solidario y peligroso en la contra. River contó con un par de aproximaciones en los primeros minutos. ¿La más clara? Un zurdazo de Gonzalo Martínez que Enrique Bologna alcanzó a manotear por encima del travesaño.

Más allá de las sociedades que armó Gallardo por las bandas, River se repetía en centros intrascendentes o remates desde media distancia con poca firmeza. Hasta que apareció ÉL. El distinto. El que es capaz de jugar a un toque y cambiar el rumbo de la historia. Así, a los 20 minutos, le bajó el balón a Driussi para que el juvenil sacara un potente disparó que se coló junto al palo derecho, ante la atónita mirada del arquero de Banfield.

En el complemento, el «Taladro» comenzó mejor y tuvo la primera en los pies de Cazares, quien definió por encima del travesaño luego de un gran desborde de Cuero. Sin embargo, el millonario despertó rápidamente y tuvo dos aproximaciones muy claras. A los 8 minutos, el «Pity» Martínez hizo revolvar a Bologna luego de un remate de zurda, a la salida de un corner. Dos minutos después, Teo eludió al arquero de la visita y erró un gol imposible, de los que dolieron en la Copa.

El ingreso de Sánchez por el «Pity» y la salida de Yeri por Asenjo (adentro un delantero, afuera un mediocampista) marcó un quiebre en el encuentro. Porque el equipo de Gallardo comenzó a ganar la mitad de la cancha y, desde la presión incesante, acorraló nuevamente al «Taladro». Luego de un tiro de esquina, Ramiro Funes Mori apareció en el corazón del arco para mandar al fondo de la red el anticipo de cabeza de Sebastián Driussi en el primer palo.

Cuando parecía que la historia estaba sentenciada, Gallardo movió el banco y se quedó sin volante central, por la salida de Kranevitter, uno de los rendimientos más parejos de La Banda. Banfield recobró vida cuando llegó al descuento en los pies de Mauricio Cuero. Hasta que apareció nuevamente ÉL, el distinto, y con dos intervenciones sentenció definitivamente la historia. El cuarto de la noche, el taco exquisito que metió tras un centro preciso de Solari, fue la frutilla de la torta.

A fuerza de goles, contundencia y rendimientos en alza, River hilvanó su quinta victoria consecutiva, sigue mirando a todos desde lo más alto y llega a la Bombonera con la confianza bien arriba.