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IMAGEN: Prensa River
IMAGEN: Prensa River

Cuando el partido parecía que moría en empate, Boca aprovechó el quedo de River en los últimos minutos y se quedó con el primer superclásico de la trilogía.

Con goles de Pavón y Pérez, el equipo del «Vasco» Arruabarrena se quedó con el superclásico 193 del profesionalismo. Los goles llegaron sobre el final y desde el banco de suplentes, a los 39 y 41 minutos del segundo tiempo, cuando parecía que el partido moría en el 0 a 0.

El local comenzó mejor y tuvo las aproximaciones más peligrosas en los primeros 20 minutos. Primero en los pies de Daniel Osvaldo, que reventó el palo derecho de Barovero cuando el 1 de River no tenía nada que hacer. Minutos más tarde, Andrés Chávez definió con el arco de frente y erró un gol imposible.

La reacción de River apareció en la segunda mitad del primer tiempo, cuando Kranevitter se adueñó del medio y Driussi comenzó a preocupar a las espaldas de Meli. La más clara del millonario fue a través de un contragolpe que nació en los pies del juvenil y culminó con un derechazo de Carlos Sánchez que se estrelló en el travesaño.

En el complemento, River salió con otra actitud y obligó a Boca a cometer muchas imprecisiones en la salida. Los primeros 15 minutos del segundo tiempo fueron del equipo de Gallardo, que llegó al arco de Orión a través de un remate de Rodrigo Mora que alcanzó a desviar por encima del travesaño.

Con los cambios, el «Vasco» Arruabarrena emparejó nuevamente el desarrollo del partido y lo fue a buscar con más determinación. River pareció conformarse con la igualdad y lo terminó pagando demasiado caro. En una ráfaga de tres minutos, el conjunto local consiguió el desequilibrio en dos jugadores que ingresaron desde el banco de suplentes: primero Cristian Pavón, luego Pablo Pérez, aprovecharon una defensa que quedó paralizada y dejaron al equipo de Gallardo con las manos vacías. Ahora, todo a la Copa.