Fue una noche donde las luces sólo estuvieron en las tribunas con los celulares. Adentro de la cancha, el equipo no tuvo luz, no tuvo chispa, ni vértigo, ni sorpresa. El propio Gallardo lo ha expresado al finalizar el partido: » Peor no podemos jugar». Eso, creo, que lo resume todo.
El Cruzeiro es un equipo que está a años luz de aquellos equipos brasileros que metían miedo o que hablando en criollo te podían pintar la cara.Es un rival que es consciente de sus limitaciones, con un técnico inteligente que apretó la salida de River y en algunos pasajes del partido logró ganar el mediocampo.
Cuando River tuvo la pelota, no supo qué hacer con ella. Cruzeiro se cerró bien y no tuvimos ideas para lastimarlo. Ese juego colectivo que caracteriza a los equipos de Gallardo, hoy no se vio. Son esos partidos que dependés que aparezca alguna individualidad para que te salve y River no la tiene.
No logré entender qué quiso hacer Gallardo con la salida del «Pity» Martinez. A pesar de sus intermitencias, porque te hace una de cal y otra de arena, era el único jugador que podía llegar a aportar algo de desequilibrio. PIsculichil lento como es su característica de juego y al no tener con quien tocar, sólo podía aportar con alguna pelota parada.
Con respecto a los delanteros, los vi con muy poca movilidad, tanto a Teo como a Mora. En ese punto creo que estuvo también la carencia de situaciones. Un detalle a tener en cuenta es que ambos llegaron con lo justo desde lo físico que no es un detalle menor.
Veo por otra parte criticas constantes a Teo, que se pueden justificar por su desidia y su desgano que muestra en varios pasajes del partido, pero le están pidiendo goles cuando no es 9 ni es goleador. River no juega para un 9, sino que sus mejores versiones en ofensivas se basan en un juego colectivo donde los volantes convierten mucho y hasta hace unos partidos los goles los hacía Mora. Teo es más un jugador de pase, de asistencia y de habilitación.
Con Cavenaghi se logra presencia en el área, ahí si estaríamos hablando de un goleador que si le queda una puede terminar en gol. El tema es que lo podemos tener un tiempo como mucho en plenitud, pero con él perdemos lo que hace Teo y que muchos no ven que es aguantar la pelota, asociarse con algún volante que venga de atrás. Son características diferentes, aportan cosas distintas, cada uno desde su lugar. Como delanteros también está Boye, un chico con frescura, con potencia y que mÍnimamente debería tener un lugar en el banco en Brasil.
Creo en este plantel y creo en este cuerpo técnico, está difícil pero no imposible. Esto es fútbol y todo es posible.Mientras hay vida, hay esperanza y a este River no hay que darlo por muerto nunca.
