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Filiales festejos

El jueves a la medianoche de Argentina casi todo el país se vistió de fiesta, pero traspasando la frontera, miles y miles de hinchas de River en todo el mundo también estaban festejando la gran victoria en suelo brasileño, como en el Mineirao por ejemplo, con la nutrida presencia de hinchas que viajaron desde Argentina, y de la filial de Sao Paulo, que vivió quizás, la mejor noche en la historia de la filial.

A su vez, en las grandes ciudades del mundo también hubo una explosión de júbilo millonario. En el Monumental de Manhattan, el Promenade Bar and Grill, cerca de 150 hinchas de River se congregaron con plena confianza a ver el partido, y como siempre, alentar al equipo. La fiesta fue total, al apoyo incondicional se le agregó los gritos de gol, que hicieron retumbar las paredes. El final fue a puro canto dedicado a aquellos que no hace mucho abandonaron del miedo que nos tenían.

En Washington DC, la filial, cada vez más numerosa, recibió a mas de un centenar de hinchas en el Lucky Bar, el Monumental de esa ciudad, con todo el cotillón y el aliento, que como es natural, no paró un minuto. Además, para demostrar quien pone más huevo, un personaje vestido de gallina le puso humor a la velada.

En Miami, una multitud de hinchas de esa filial se congregaron en el Manolomental de South Beach para una fiesta a puro bombo y redoblante. En Málaga, Barcelona, Valencia y Madrid, la pasión no durmió: no importó las altas horas de la madrugada, los hinchas se reunieron a alentar al amado Millo.

En Asunción, la banda de esa ciudad, que alentará a River en el Defensores del Chaco, se reunió para ver la histórica victoria. Gran cantidad de hinchas también se reunieron en Medellín y en Bogotá. En El Salvador, la filial armó una gran fiesta. La filial de Quito, que sigue creciendo en grandes números, también se congregó a alentar sin parar. Igual que en Costa Rica, donde en tres ciudades diferentes, grandes grupos millonarios se juntaron para festejar. En Montevideo, cerca de 50 hinchas gozaron con el gol de Carlitos Sánchez. En Panamá y Guatemala, las filiales se reunieron para vivir una noche perfecta.

Los gritos de gol retumbaron en todo el mundo, en Israel, en México, en Italia, en Bolivia, en Lima, en Nueva Zelanda, en Nueva Jersey, en Cali, y en muchas ciudades y países más. Porque este amor no conoce fronteras, este amor es universal.