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Gallardo anota

El Muñeco pretende regresar a las raíces y romperá el doble cinco, para volver a jugar con enganche y dos puntas. ¿Adentro Pisculichi, afuera Ponzio?

«Los objetivos que tenemos son la Copa Sudamericana y volver a las bases de poder funcionar mejor futbolísticamente», sentenció Marcelo Gallardo hace una semana atrás, luego de la derrota en el superclásico. Sus palabras no fueron caprichosas. En su cabeza ya tenía una decisión o, al menos, la convicción de volver a una vieja idea.

La semana fue un verdadero tubo de ensayos para el Muñeco. Sacando la práctica del martes en Ezeiza, donde el plantel hizo hincapié en tareas regenerativas, cerró las puertas de par en par para darle forma y fisonomía a su nuevo River. Ni siquiera ofreció su habitual conferencia de prensa de los viernes en el Monumental.

Sin equipo confirmado (algo que sí es normal hasta un par de horas antes de cada encuentro), el cuerpo técnico del Más Grande pretende volver a fojas cero y reformular el dibujo táctico para recuperar funcionamiento y fluidez en el juego. Así, romperá con el doble cinco y regresará al esquema clásico (4-3-1-2) que le dio grandes resultados en los primeros meses, antes de la lesión de Kranevitter y la serie de semifinales en la Sudamericana ante el eterno rival. Ante Lanús, todas las finchas están puestas en el ingreso de Leonardo Pisculichi como enlace tradicional. El que saldrá es Leonardo Ponzio. Es mucho más que una prueba. Para Marcelo Daniel se trata de un nuevo desafío: volver a ser.