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Masche Barcelona

A pocas horas de la gran final entre River y Barcelona, Javier Mascherano reconoció que su pasado en el club millonario no pesará a la hora de jugar y que su único deseo es levantar la Copa del Mundo de Clubes.

Cada vez que habla de River, no puede evitar una mueca de alegría. Cuando los recuerdos florecen, aparece ese pibe que llegó de Renato Cesarini, que debutó con el manto sagrado y se metió de lleno en el corazón del hincha millonario, para siempre.

Sin embargo, hay una realidad que incomoda. El domingo enfrentará por segunda vez a La Banda. Esta vez, con la camiseta del equipo culé. Por eso, prefirió tomar distancia de las declaraciones sentimentales y reconoció: «En ese sentido soy frío. Hoy en día mi lugar en el mundo es el Barcelona y trataré de hacer las cosas de la mejor manera para que mi equipo gane. Nosotros deseamos ser campeones del mundo. Del otro lado está la misma sensación. En ese sentido soy egoísta, como todos mis compañeros», reconoció. 

Su único y último cruce ante River fue hace diez años, en el Monumental, cuando el Más Grande venció 3 a 2 al Corinthians por la Copa Libertadores de América. El Jefe vió la roja en el primer tiempo y se ovacionado por los hinchas millonarios, que también son egoístas y esperan que el domingo la historia tenga el mismo final.