Carlos Tévez metió la mano donde no debía y cometió un penal infantil que le permitió a River abrir el marcador desde los doce pasos. ¡Gracias Carlitos!
El jugador del pueblo volvió a aparecer en todo su esplendor. Esta vez, para darle una satisfacción de verano al pueblo riveplatense, que se fue de La Feliz con la primera gran alegría superclásica del año.
Iban apenas 16 minutos de juego cuando el Apache levantó sus brazos en la barrera ante un tiro libre de Leonardo Pisculichi, con la mala suerte que el balón dio en su mano. Patricio Loustau, repleto de dudas, sancionó el penal varios minutos después.
Lo que siguió ya es historia conocida. El enganche del Más Grande anotó desde los doce pasos el único tanto de la noche. River volvió a celebrar en otro derby desde la zurda de Piscu, pero también, de la mano de Carlitos…
