Ignacio Fernández ingresó en el complemento y le cambió la cara a River: lúcido, preciso, inteligente, se transformó otra vez en el abanderado del fútbol millonario.
Un River de dos caras. Un equipo casi a la deriva en el primer tiempo. Un funcionamiento aceitado y sorpresivo en el segundo. ¿Qué cambio de uno a otro? La presencia de Ignacio Fernández.
El ex-Gimnasia ingresó en el complemento en lugar del juvenil Exequiel Palacios y le cambió el semblante al millonario. Lúcido, preciso, inteligente, Nacho aportó no sólo tenencia, sino también panorama y terminación. Como sucedió a los 7 minutos, cuando dejó a Rodrigo Mora frente al arco para sentenciar la historia.
Sin posiciones fijas, apareciendo por aquí y por allá con mucha sorpresa y movilidad, Fernández fue una verdadera pesadilla para San Lorenzo y confirmó que las primeras pinceladas que mostró ante Boca Jrs. no fueron un espejismo. Nacho es la bandera del nuevo River. ¡Bienvenido!
