River vapuleó a Quilmes en el Monumental y tuvo un debut a la altura de las expectativas. Con dobletes Rodrigo Mora y Pity Martínez, más un tanto de Lucas Alario, ganó, goléo, gustó y se tomó toda la cerveza.
En la primera etapa, a River le costó solamente 15 minutos encontrar los caminos al gol. Es que Quilmes arrancó ordenado, bien escalonado, y no le cedió un solo centímetro al equipo de Gallardo en las zonas de peligro. Sin embargo, en una arremetida individual Lucas Alario «fabricó» un penal y Rodrigo Mora, después de un primer intento fallido y la reiteración por adelantamiento del arquero Cervecero, anotó el primer tanto del encuentro.
A partir de ahí, al millonario se le abrieron algunos espacios y comenzó a jugar con más comodidad de mitad de campo hacia adelante. Sin embargo, no la pasaba bien cuando Quilmes recuperaba la pelota en su campo y salía rápido de contra. Y lo sufrió a los 30 minutos, tras una mala cobertura de Leonardo Ponzio, reacomodado en el fondo por la lesión de Eder Álvarez Balanta. El que lo aprovechó fue Sebastián Romero, que definió ante la salida de Barovero.
Cuando los primeros 45′ llegaban al ocaso, en River apareció uno de los futbolistas más resistidos. El Pity Martínez sacó un zurdazo descomunal, que agarró a contrapierna al arquero Benítez, y la clavó en el ángulo. Con algo de bronca, el #10 celebró de cara a la gente de la Belgrano Baja, que no le perdonó varios desaciertos a lo largo de la primera etapa.
En el complemento, el Pity metió otro zurdazo inapelable y terminó de amigarse con el público, que desató un verdadero carnaval en las tribunas. El Muñeco pidió más, y sus dirigidos cumplieron. A los 14′ amplió la ventaja Rodrigo Mora, y 12′ después Lucas Alario mandó al fondo de la red el quinto y definitivo gol.
Ganó, goleó y por momentos, gustó. River aprovechó todas las ventajas que le dio Quilmes y se tomó toda la cerveza.
