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IMAGEN: José Almeida
IMAGEN: José Almeida

En Paraná, River volvió a caer en condición de visitante y sumó su sexto partido sin victorias. Rodrigo Mora anotó el único tanto para La Banda. Mauro Vigliano inventó un penal inexplicable. A River le faltó profundidad, ideas y rebeldía.

En la primera etapa, River y Patronato repartieron el dominio del juego. Aunque el conjunto de Marcelo Gallardo sostuvo un poco más la pelota, no logró demasiada profundidad en sus ataques y terminó casi siempre en algún centro al corazón del área o un remate de larga distancia.

El conjunto local, sin tener el balón, se las ingenió para complicar al millonario con algunas contras y la pelota parada, aprovechando la estatura de Carrasco. Sin embargo, llegó al gol gracias a un invento incomprensible de Mauro Vigliano, que vio una mano de Álvarez Balanta inexistente dentro del área y Bértoli desde los doce pasos aprovechó el «regalito».

River salió en busca del empate y lo consiguió transitoriamente seis minutos después, gracias a una avivada de Andrés D’Alessandro en un tiro de esquina y el anticipo de Rodrigo Mora en el primer palo. Fue una de las pocas armas que mostró el millonario, que casi llega al segundo de la misma forma en el inicio del segundo tiempo, con una aparición sorpresiva de Leonel Vangioni, que definió por encima del travesaño.

En la jugada siguiente, el conjunto local llegó nuevamente por la vía aérea. Sólo que esta vez Mauricio Carrasco sacó un latigazo de zurda que no pudo controlar Augusto Batalla y terminó enviando la pelota al fondo del arco.

El Muñeco movió el banco, pensando más en el partido de Copa frente a The Strongest que en Patronato. Desordenado, confundido, sin funcionamiento colectivo ni rebeldía individual, La Banda se diluyó en su propia impotencia y volvió a perder, otra vez y de visitante, en un torneo en el que se bajó demasiado pronto.