Marcelo Barovero (7): Prácticamente no tuvo trabajo, por eso se hace difícil puntuar al arquero, que apenas traspiró su buzo. Bien en las salidas.
Gabriel Mercado (8): Un excelente partido del lateral, que corrió todo, subió con peligro, puso una asistencia perfecta en el segundo gol, y antes, había exigido al arquero en la primera llegada clave del equipo. Tuvo muchos espacios dado que el rival estaba más enfocado en detener la marcha de Mayada, lo cual liberó a Gabriel.
Emanuel Mammana (8): El desarrollo del juego ocurrió lejos del área de River. Aún así, en las pocas situaciones que tuvo que responder, respondió con firmeza. Además, metió un soberbio cabezazo para el cuarto gol.
Eder Álvarez Balanta (8): Soberbio partido del colombiano, que aprovechó todas las falencias rivales para demostrar su capacidad para subir, gambeteando rivales e imponiendo su jerarquía física yendo al frente, y cortando cualquier avance rival. Bien por Eder, que jugó ayer con la confianza de sus comienzos.
Leonel Vangioni (7): No tuvo tanta participación ofensiva como Mercado del otro costado, pero aun así subió constantemente, ya que no tuvo mucho trabajo en materia defensiva, y mandó el centro que terminó en gol del uruguayo Mayada.
Camilo Mayada (9): Partidazo del uruguayo, que por fin fue puesto en su posición natural de 8, como habíamos venido pidiendo en esta columna desde que llegó. Ayer demostró todas sus capacidades cuando tiene que recorrer menos espacios para llegar al área. Se lo vio muy enchufado, y con Mercado, creó un tándem muy difícil de contrarrestar para el rival. Metió un hermoso zapatazo para el 3-0, fruto de su gran actuación. Antes, había hecho un taco magistral para asistir a D’Alessandro en su primer gol.
Nicolás Domingo (7): Gran partido de Nico, que se bancó jugar como único volante de contención y le fue muy bien en esa tarea, donde se lo vio muy cómodo. No tuvo muchísimo trabajo, y cuando tuvo que cortar, limpió bien y distribuyó de buena manera también.
Ignacio Fernández (8): Una de sus mejores actuaciones con la banda. Logró juntarse bien con Vangioni, D’Alessandro y Mayada, creando un eficaz circuito futbolístico, que derivó en dos goles para él, el primero anticipándose de cabeza, y el segundo, luego de una buena jugada individual.
Andrés D’Alessandro (9): Desde la arenga previa al partido se notó que Andrés estaba enchufado, y emitía esa adrenalina y ese compromiso que luego se notó no sólo en él sino en todo el equipo. Actuó como un veterano, como un líder, como un capitán. Tomó las riendas del encuentro desde el comienzo y nos regaló un golazo en una jugada hermosa con Mayada, que quedará en la historia, por el caño y el taco del uruguayo en la devolución, y por ser su primer gol desde su vuelta.
Rodrigo Mora (7): Rápido, movedizo, se asoció bien con su compatriota Mayada, y causó peligro en los rivales. En el quinto gol, ganó la banda derecha y le cedió el gol a Alario. Al principio del partido se había errado el que hubiera sido su gol en la noche.
Lucas Alario (7): De los que menos tocó la pelota, pero como todo goleador, estuvo bien posicionado para recibir la asistencia de Mora en el quinto gol. Un poco ausente en el segundo tiempo, pero ya el equipo estaba jugando a otra cosa.
Ingresaron:
Tabaré Viudez (6): Buena tarea del uruguayo, movedizo, rápido, se encargó de darle un poco de verticalidad al equipo, que se había quedado un poco luego del festín de goles.
Leonardo Pisculichi (6): Poco tiempo en cancha, pero suficiente para dejar un par de pinceladas de su habilidad en el toque y la pegada desde lejos.
Iván Alonso (6): Ansioso, buscó su gol y estuvo cerca en un par de ocasiones, aunque siempre llegando un poco tarde. No tuvo mucho tiempo en la cancha para meterlo.
Marcelo Gallardo – DT: Finalmente decidió devolver a Mayada a su posición natural, de 8, algo que le veníamos reclamando hace tiempo, y esa decisión tuvo réditos inmediatos. Además, sin Ponzio, apostó por un solo 5 y dos carrileros, como en sus primeros meses en River, cuando Sánchez y Rojas ocupaban esas posiciones y salió a la perfección, ya que pudimos ver ese fútbol que tanto extrañábamos ya. Eligió bien en poner a D’Alessandro, que se lo vio muy enchufado. Luego del entretiempo el equipo bajó las revoluciones, aunque da la sensación de que si quería, podría haber logrado una goleada histórica.
