En la noche brasileña, River cayó ante Sao Paulo con una pésima actuación.
Este partido ante Sao Paulo fue una sombra de lo que se vio en el último partido en Buenos Aires, ante The Strongest. Presentación pobre, irresponsable por momentos. Eso mostraron los de Gallardo, un equipo casi clasificado y siendo el campeón vigente, que perdió la cabeza y parecieron once jugadores amateurs.
A la hora de lo estrictamente futbolístico, «siempre el que no está es el mejor». Seguramente se va hablar de Ponzio, de Maidana, algo que una semana atrás no se hablaba. Más allá de eso, lo cierto es que no se hilvanaron dos jugadas seguidas. Faltó conducción y D’ Alessandro no pudo encontrar en Nacho Fernández ese socio que requiere para ser dueño y señor del campo.
La conclusión ya no pasa por si se perdió o ganó. En esta oportunidad pasa porque el entrenador no encontró todavía el equipo en este semestre, porque si bien se han ganado partidos, no existe autoridad ni tampoco contundencia.
