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IMAGEN: Getty
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En un súper devaluado y con pocas luces de ambos lados, Andrés D’Alessandro fue la figura destacada del clásico en la Bombonera. Las pidió todas, tuvo una alta efectividad en los pases y fue el único que desequilibró ante otro planteo timorato del eterno rival.

Si el supercásico se tuviese que sintetizar en un apellido, el elegida tendría que ser sin lugar a dudas el de D’Alessandro. Es que Andrés jugó su mejor partido desde que retornó a River y fue la figura destacada de un derby devaluado en todos los aspectos.

Con su talento, personalidad y lucidez, el Cabezón manejó los hilos de un equipo que se encontró rápidamente con superioridad numérica en el terreno y tuvo la obligación de asumir el protagonismo en la Bombonera. Andrés fue la manija, el más claro, casi el único que se animó al uno a uno y ganó casi siempre.

Con 67 intervenciones, fue el futbolista que más tocó la pelota en el equipo de Marcelo Gallardo. Pero además, fue el que mejor destino le dio al balón: 58 pases correctos y apenas 9 incorrectos en 90 minutos. El #22 del Más Grande fue también el que más remató: 6 disparos, de los cuales 5 terminaron en las manos de Orión y otro se fue desviado, muy cerca del poste derecho del arquero de Boca.

River fue D’Alessandro + 10. Y sólo por él y sus intervenciones el millonario fue algo más que el timorato equipo de los mellizos Barros Schelotto.