Fue hace exactamente 14 años, aquel 28 de abril del 2002, Nelson Pipino Cuevas convertía quizás el gol más importante de su carrera en el millonario y se transformaba en el héroe de un partido que quedó para la historia.
El Más Grande recibía por la Fecha 16 al último campeón, Racing Club. El millonario primero en la tabla buscaba mantener la ventaja sobre su perseguidor Gimnasia de La Plata. El partido parecía terminar en un poco interesante 0-0, pero en el final expulsaron al arquero millonario Ángel Commizo y River, con Ramon Diaz en el banco, ya había realizado todos los cambios.
El riojano designó al referente Celso Ayala al arco, pero en un momento de total valentía, la entonces joven promesa, Martín Demichelis, se calzó los guantes y el buzo. Una situación desfavorable para el equipo millonario que, además, debía afrontar un tiro libre de Racing al borde de su área.
El equipo de Avellaneda jugó mal su gran oportunidad, la pelota pegó en la barrera y «vaselina» Rojas se quedó con el rebote a puro coraje. Levantó la cabeza y lo vio. Pipino ya corría a toda velocidad, un cruce largo a Cuevas, quien recorrió todo el campo contrario sin obstáculo alguno, aprovechando que Racing había mandado a todos sus jugadores al área del millonario, para luego eludir al arquero Campagnolo y marcar el agónico 1-0. Fiesta en las tribunas y también adentro de la cancha.
Con esa victoria, River prácticamente se aseguró el torneo, que se destacó por la goleada 3-0 en el chiquero, la consagración de Fernando Cavenaghi como goleador y por que no, por aquel inolvidable «Pipinazo».
