El 25 de mayo no sólo es el cumpleaños de River: un día como hoy, hace 78 años, se inauguraba oficialmente el estadio Monumental, la casa más linda del mundo.
Un fenómeno popular llamado River Plate, una pasión de multitudes que ya no cabía en las viejas gradas de Alvear y Tagle, empujaron a mirar un poco más allá y dar un salto de grandeza. El club millonario tuvo en Antonio Vespucio Liberti a un visionario de verdad. Y en los arquitectos José Aslan y Héctor Ezcurra a los ejecutores de un sueño transformado en realidad.
Fue una obra Monumental. Pero MONUMENTAL de verdad. Con la intención y la ambición de construir un estadio acorde a las exigencias de los Juegos Olímpicos, las autoridades del club millonario colocaron la piedra fundamental un 25 de mayo de 1935. Sin maquinarias ni excavadoras, Aslan y Ezcurra tardaron apenas tres años en levantar ese gigante de cemento que se inspiró en el Coliseo Romano.
El día elegido para su inauguración, como no podía ser de otra manera, fue el 25 de mayo de 1938, en coincidencia con el cumpleaños de la institución y con el tercer aniversario de la colocación de la piedra fundamental. En aquella jornada, unas 65 mil personas coparon las tribunas de la vieja «herradura» y presenciaron una ceremonia muy emotiva, donde las autoridades colocaron una bandera argentina y otra de River Plate en dos mástiles ubicados detrás del arco que da al Río de La Plata, donde por aquél entonces sólo había una arboleda y la vista al Río.
Al día siguiente, hubo un partido inaugural. Un amistoso ante Peñarol, que finalizó 3 a 1 en favor del local y que sólo sirvió de excusa para vivir una verdadera fiesta. Fue el nacimiento de un verdadero coliseo del fútbol rioplatense. La casa de la Selección Argentina. El escenario de la cultura, la música, el deporte. La estructura que sostiene miles de actividades, entre ellas, un colegio primario, secundario y universitario. Es, para todos nosotros, la casa más linda del mundo. Y hoy, como todo River, también está de fiesta.
