(INCLUYE AUDIO) En diálogo con LA MÁQUINA RADIO, Guillermo Pereyra recordó su paso por el Más Grande y admitió que le hubiese gustado culminar su carrera en River. Además, reconoció que sueña con ser el técnico de La Banda en un futuro.
Alejado de la actividad profesional, pero nunca de River. Guillermo Pereyra colgó los botines hace unos años, pero el sentimiento hacia La Banda Roja siguen siendo intenso. Por eso, a través de su empresa de gestión deportiva, organizó la pretemporada de la Reserva millonaria. Con el apoyo del Gobierno de San Juan, para que el club de Núñez no tenga que gastar un solo peso.
En diálogo con LA MÁQUINA RADIO, el ex-mediocampista de La Banda repasó su llegada a la institución y los primeros años lejos de su ciudad natal: «Me fui a los 15 años de Río Cuarto. Me fui con un bolsito y me subí al micro, prácticamente sin conocer Buenos Aires, porque había venido una semana a entrenar a Ezeiza a la Selección antes de venir a River. Era un nene. Después me instalé en la pensión de River. Tuve la suerte de coincidir con Franco y Pablo. A partir de ahí fue mi familia la pensión, los setenta y pico de chicos que vivíamos ahí nos apoyábamos, nos dábamos fuerza, ánimo. Algunos tuvimos la suerte de llegar, otros no», remarcó el cordobés.
La mención a Costanzo y Aimar es casi una constante a lo largo de la nota. «Es que con Franco y con Pablo nos criamos juntos», admitió. Y agregó: «Somos de Río Cuarto, vivimos juntos en la pensión, íbamos a la Selección, al colegio. Era las 24 horas del día, yo me crié con ellos. Pablo siempre fue marcándonos el camino a nosotros, porque era categoría ’79, un año más grande. Él iba primero a la selección, después nosotros; él llegó a la Reserva, después nosotros; llegó a la Primera, después nosotros. Era nuestro guía», indicó.
A la hora de hablar de la pensión del club, Guille Pereyra destacó la iniciativa de invitar a los ídolos y ex-jugadores de la institución, y reconoció que le gustaría mantener un encuentro con los juveniles: «Me encantaría ir a la pensión. Lo vi por las redes sociales y me pareció muy buena la iniciativa. En la época que nosotros estábamos en la pensión no teníamos esa posibilidad de que vengan a darnos una charla o simplemente compartir un mate para que nos cuenten cómo fue su historia. Nosotros los veíamos a los grandes como ídolos. Está buenísimo. Es como acercarte un poco más al sueño», confesó.
Guille no sólo tuvo la fortuna de compartir un terreno de juego con Pablo Aimar. También lo hizo con Andrés D’Alessandro, futbolista que disparó hace días atrás contra los colegas que dudan a la hora de vestir el manto sagrado. Consultado sobre los dichos del Cabezón, el ex-volante de La Banda expresó: «Andrés (D’Alessandro) está calificado para decir eso y coincido con él. Si alguien se niega por algún motivo a vestir la camiseta de River, es porque realmente no sabe lo que se pierde. Yo tuve la suerte de iniciarme ahí, hacer una buena carrera, después me fui y nunca más encontré la grandeza, la pasión y todo lo que generaba River. Tuve la suerte de estar en clubes grandes de otros países, pero nunca jamás volví a sentir lo que sentía vistiendo la camiseta de River», admitió. Y agregó: «Andrés se fue de River, pasó por un montón de clubes, se asentó en Inter y se hizo ídolo de Inter, pero el sentimiento real y la magnitud que genera River es increíble. Lo que River significa a nivel mundial es impresionante y difícil de encontrar en otro lugar. Supongo que en un Barcelona o un Real Madrid lo encontrás, pero después no hay muchos clubes similares a River», reiteró.
Por su parte, manifestó que su sueño era volver y retirarse en el club de Núñez. Algo que no pudo cumplir: «Siempre lo dije. Para cualquiera de nosotros que salió del club, que hizo inferiores y tiene la suerte de hacer una buena etapa en el club para dar el salto a Europa, desde el día que te vas estás pensando en la vuelta y en el retiro en River. Es el círculo soñado. Yo no tuve esa posibilidad, se dio así, no fue lo que yo quería, pero el fútbol tiene esas cosas también», señaló.
Para finalizar, reveló que comenzó el curso de entrenador y que en el futuro le gustaría volver a su casa y conducir al Más Grande: «Es lo que me gusta y lo que quiero hacer el día de mañana. Ojalá algún día pueda ser el técnico de River, sin dudas. Mientras tanto me tengo que preparar, porque sé de la exigencia que tiene el puesto de entrenador. La idea es prepararse y esperar alguna oportunidad. Si es en River, mejor», concluyó.
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