River derrotó a Talleres por la mínima diferencia con un gol de Arturo Mina, el primero del ecuatoriano en La Banda. En el local vieron la roja Pablo Guiñazú y Fernando Godoy.
Era un partido bravísimo. Bien chivo. En los papeles, pero también en el verde césped. Porque Talleres salió desde el vamos a comerse crudo a River, y por momentos, lo ahogó en su campo. Sobre todo en los primeros minutos de cada tiempo. Con presión, vértigo, algo de fricción y el empuje de su gente.
Pero el millonario salió airoso y comenzó a construir su juego desde los pies de D’Alessandro, que en una de sus primeras intervenciones dejó mano a mano a Driussi con Herrera, que tapó el arquero de la T de manera espectacular. Pero además, el #22 le dio siempre buen destino al balón y se asoció bien con sus compañeros, más allá de las pocas situaciones de gol que se generaron en un arco y otro.
En la segunda etapa, el local tuvo la iniciativa y las primera aproximaciones. ¿La más clara? Un contragolpe que culminó con la definición a Carlos Muñoz Rojas y un atajadón de Augusto Batalla cuando apenas se jugaban apenas tres minutos.
Sin embargo, River encontró un poco de aire y respiro a través de la pelota parada. Y fue a los 15 minutos, luego de un tiro de esquina del Cabezón y un disparo de Driussi que Herrera no pudo contener. En el rebote, Arturo Mina ingresó en posición de gol y fusiló al arquero local para estampar el único grito de la noche.
A partir del gol, se armó un nuevo partido. A los 31 minutos, el equipo de Frank Kudelka se quedó con diez por doble amonestación de Pablo Guiñazú, que había jugado al límite de la expulsión durante gran parte del encuentro. Y Talleres perdió el poder de fuego que había insinuado hasta el tanto de Mina.
El millonario, dueño del balón y del partido, tuvo la chance de estirar la ventaja en contadas oportunidades. Dos de ellas en los pies de Jorge Moreira. El primero dio en el palo, el segundo lo tapó Herrera con mano cambiada cuando se colaba en el ángulo.
Sobre el cierre, Fernando Godoy fue con la plancha contra D’Alessandro y vio la roja directa. La historia ya estaba juzgada. La Banda tocó en Córdoba y no desafinó. Se llevó tres puntos de oro y le cortó a Talleres un invicto histórico.
