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En un segundo tiempo para el olvido, el equipo de Marcelo Gallardo cayó ante Patronato sobre el final. Sebastián Driussi había anotado en el inicio del encuentro. Vargas y Márquez dieron vuelta la historia para el local. Sobre el final, River se descontroló y Denis Rodríguez vio la roja.

River perdió la cabeza. En el manejo del partido, de los tiempos, de los buenos momentos que tuvo durante buena parte de la primera etapa, cuando impuso condiciones. Pero también la perdió en el juego áreo. Sufiró horrores cada vez que Patronato llegó hasta el fondo y terminó pagando muy caro una sinfonía de errores defensivos.

En la primera etapa, el conjunto de Marcelo Gallardo tuvo unos primeros 25 minutos cerca de la perfección. Con Tomás Andrade como bandera futbolística, construyó los mejores pasajes de la visita. El gol llegó muy temprano, a los 6 minutos, cuando Patronato todavía no había hecho pie en el terreno de juego.

El millonario pudo estirar la ventaja, pero falló en la estocada final. Le perdonó la vida al conjunto de Forestello, que con el correr de los minutos fue perdiendo la tibieza inicial y comenzó a meterse en el partido. A los 10 del segundo tiempo, Gabriel Vargas cabeceó entre cuatro defensores de La Banda y empató el encuentro.

A partir de ahí, River se fue de Paraná. Cayó en el partido enmarañado que propuso el Patrón. Y no volvió a encontrarle la vuelta. Si el empate y el flojo segundo tiempo de La Banda era un dolor de cabeza para Marcelo Gallardo, lo del final no tiene calificativos. A los 45, otra vez la defensa durmió la siesta y Lucas Márquez, un lateral que quedó deambulando en el área, peinó el último balón de la noche y la mandó a guardar.

El equipo del Muñeco se descontroló. Perdió la chaveta. Denis Rodríguez, recién ingresado, se hizo expulsar tontamente. D’Alessandro se peleó con todos. A esa altura, de nada servía tanta calentura. River perdió ante el último de la tabla y dejó una imagen bochornosa, como hacía mucho tiempo no sucedía. Para el olvido.