(INCLUYE VIDEO) A 30 años de la obtención de la Copa Libertadores de 1986, recordamos una nota especial con Alejandro Montenegro en los micrófonos de LA MÁQUINA RADIO. «El equipo rendía y sacaba fuerzas ante la adversidad», aseguraba el ex-marcador en una nota inolvidable.
El 29 de octubre de 1986, hace 30 años atrás, River Plate conquistaba el título más importante de su historia hasta entonces. Hace un tiempo, LA MÁQUINA RADIO se dio el lujo de contar con la visita de Alejandro Montenegro, marcador de punta izquierdo de aquél equipo inolvidable del Bambino. Y recordó, entre otras cosas, cuál era la mentalidad de aquél plantel para romper un viejo estigma y levantar la Copa más anhelada: «River en ese momento necesitaba ganar la Copa Libertadores. Y se preparó para ganarla. El campeonato local no lo perdíamos de vista, había muy buenos jugadores, pero nosotros estábamos compenetrados en que teníamos que ganar la Copa, estábamos convencidos», reconoció Montenegro.
¿Por dónde pasaban las principales virtudes de ese equipo? «River era un equipo muy fuerte de visitante, muy difícil. El único traspié fue con Argentinos Jrs., pero con ese Argentinos había que sacarse el sombrero, estaba a la altura de las circunstancias, tenía muy buenas individualidades y muy buen juego colectivo. Si no era River era Argentinos Jrs, no tengo ninguna duda. Pero cuando nosotros salíamos a jugar afuera, tanto a Guayaquil, Colombia, en Uruguay, también dejamos en el camino a Boca…la cancha llena de local jugaba mucho a favor, pero los méritos y los puntos más consagratorios fueron de visitante», indicó el ex-lateral de La Banda.
«El recuerdo mayor que tengo de ese plantel era la adversidad. A nosotros nos daba más bronca. Nos llenaba el tanque de combustible. Eso fue en muchos partidos. El equipo rendía y sacaba fuerzas de donde no las tenía. Eso esta muy marcado en la piel y en la camiseta de cada muchacho», agregó el defensor campeón de América y del Mundo con el Más Grande.
Por su parte, Ale Montenegro recordó una anécdota que pintaba de cuerpo entero cómo se maneja ese plantel: «Cuando perdemos con Argentinos en cancha de River, el equipo se volvió a la concentración y de ahí no salió. Queríamos jugar a las 24 horas, el equipo estaba con mucha bronca, queríamos dar vuelta esa historia». Y señaló que el partido desempate ante Argentinos Jrs. en cancha de Vélez «fue la gran final».
Para finalizar, afirmó que es un privilegiado por haber quedado en la historia del Más Grande de América. Y que entre otras cosas, porque se dio el lujo de compartir equipo con uno de los mejorers futbolistas de todos los tiempos: «Muchos pibes hoy no toman dimensión. Yo siempre les digo que no vieron jugar al Beto Alonso», concluyó.
