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Newell’s Old Boys venció a River por la mínima diferencia, a través de un penal mal sancionado por Silvio Trucco y la conversión de Ignacio Sccoco. El millonario fue una sombra en Rosario y se alejó de Estudiantes, que estiró su ventaja a diez unidades.

En una tarde/noche para el olvido, el conjunto de Marcelo Gallardo volvió a ser un equipo inexpresivo y sumó su segunda derrota del torneo. En esta ocasión, fue ante Newell’s Old Boys de Rosario, que hizo méritos suficientes para quedarse con los tres puntos y mantenerse en los puestos de arriba.

En la primera etapa, el encuentro tuvo unos quince o veinte minutos de paridad absoluta, en los que ambos River y Newell’s alternaron dominio y ocupación de espacios en campo rival, sin demasiado éxito. Sin embargo, con el correr de los minutos, el elenco rosarino comenzó a entender que el negocio no estaba en el «barullo» del medio sino en las bandas, a las espaldas de los laterales del millonario.

El tándem Advíncula-Amoroso comenzó a ser un problema para River. Mayada, con la cancha cambiada, padeció cada uno de los ataques rojinegros. Lo mismo sucedió con Moreira por la derecha, aunque en menor medida. Así, Augusto Batalla comenzó a convertirse en figura de manera prematura, tapando todo lo que le tiraron en los primeros 45 minutos.

En el complemento, el partido se abrió por un error de Silvio Trucco, que inventó una mano de Mayada en el área y le dio la chance a Ignacio Scocco de abrir el score para el local. El tanto de La Lepra, lejos de producir la reacción del elenco de Marcelo Gallardo, lo sumió en una confusión de la que no pudo salir jamás. Tal es así que el arquero de Newell’s fue un espectador de lujo a lo largo de todo el partido.

Con esta nueva derrota, la segunda en el torneo, River quedó a diez puntos de Estudiantes, único líder del certamen. Pero, sobre todo, quedó más lejos de su fútbol, su idea y la ilusión de dar pelea en el ámbito local.