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  1. ¡PERO QUE VIVA EL FÚTBOL, PISCULICHI! 
    No fue por un torneo local, pero es, acaso, uno de los superclásicos más importantes de la historia viva de los River-Boca en el Monumental. Un partido de locos. Penal para ellos a los 17 segundos. Atajada inolvidable de Marcelo Barovero. Gol de Piscu en el arco que da al Río de La Plata.  ¡Pero que viva el fútbol! Primera eliminación mano a mano del eterno rival en un torneo internacional. Festejo orgásmico. Desahogo único. Todavía vibra el Monumental. 


  2. PRIMERA VICTORIA…¡Y POR GOLEADA! LA MÁXIMA DEL PROFESIONALISMOPasó hace 75 años. Sin embargo, sigue siendo la máxima goleada de River sobre Boca en la historia de los clásicos. Y no sólo eso: fue también el primer triunfo ante el eterno rival en el Monumental, luego de su inauguración en 1938. El encuentro se disputó el 19 de octubre de 1941. Con goles de Ángel Labruna, José Manuel Moreno, Aristóbulo Deambrosi (por dos) y Adolfo Pedernera, el equipo dirigido por Renato Cesarini ganó 5 a 1. Más allá del baile histórico, la victoria ante ellos sirvió para quedar a un paso de un nuevo título, que se terminó concretando una semana después. 

  3. BOCA BAILÓ AL COMPÁS DE LA MÁQUINA
    Un año después del recordado 5 a 1, el millonario sacó a bailar nuevamente al elenco del Riachuelo, otra vez en Núñez. La música la puso LA MÁQUINA, que tuvo una actuación de antología y goleó a Boca 4 a 0. Deambrosi, Moreno y un doblete de Angelito fueron los autores materiales de la paliza del Más Grande.   


  4. EL ‘LOCO’ GATTI LA SIGUE BUSCANDO…ADENTRO 
    Un año antes de dar la vuelta en la Bombonera, el equipo del Bambino se quedó con un clásico reñido, de dientes apretados y pierna fuerte, que comenzó a mostrar la personalidad que tenía ese plantel, más allá del fútbol champagne de Morresi, Francescoli y compañía. En una tarde sin demasiado brillo, el que apareció por sorpresa fue Alejandro Montenegro, que colgó en el ángulo superior izquierdo del ‘Loco’ Gatti un roscazo divino desde el vértice del área. Hugo Orlando todavía la sigue buscando…


  5. LA REMONTADA DEL ’87
    Fue, tal vez, uno de los clásicos más emotivos de todos los disputados en Núñez. Por el resultado incierto hasta el último segundo, fundamentalmente. Es que River caía 2 a 0 ante el conjunto del Toto Lorenzo por un doblete de la Chancha Jorge Rinaldi. Pero el equipo de Carlos Timoteo Griguol reaccionó y llegó al empate con dos goles calcados, el primero de Jorge Polilla Da Silva, el otro de Carucha Corti, ambos de cabeza. Sobre el final, vino lo mejor. El Negro Palma, que había errado un penal en el comienzo del encuentro, marcó un golazo de emboquillada ante la salida de Genaro. En el último suspiro, Loustau sancionó penal y Comitas lo ejecutó tan mal que mandó el balón a la tribuna Centenario. Fue final y victoria agónica para el millonario, que tras la vuelta olímpica en el ’86, seguía con viento a favor ante el rival de toda la vida.  


  6. LA REMONTADA DEL ’97
    No fue triunfo, pero se festejó como tal. Luego ir 0-3, ni el más optimista de los hinchas de River iba a imaginar que el equipo de Ramón iba a revertir una historieta que pintaba para goleada y humillación. La superioridad del Boca del Bambino fue tal que hasta Bonano contuvo un penal en ese primer tiempo para el olvido. Sin embargo, antes del descanso llegó el descuento de la Bruja Berti. El millonario se quedó sin Berizzo, expulsado en el inicio del complemento. Ellos, sin el Manteca Martínez. Y llegó nomás la reacción. El Luigi Villalba definió por encima de la humanidad de Guzman y descontó para el Más Grande. Sobre el final, Celso Ayala se elevó por encima de todos y clavó el cabezazo más imponente en la historia de los superclásicos. Con unos huevos GIGANTES, River igualó un partido que pudo ser victoria si el Pipa Gancedo no le erraba al arco a pocos segundos del cierre.


  7. LA VUELTA…¡ACÁ NO LA DAS!
    El inicio de la década del ’50 tuvo un amplio dominador que fue River Plate. Luego del campeonato conseguido por Racing en 1951, el millonario se alzó con el bicampeonato de 1952 y 1953 y el tricampeonato de 1955, 1956 y 1957. Pero en el medio hubo un título que quedó en manos del eterno enemigo, que no sólo podía quedarse con el torneo de 1954, sino que además tuvo la chance de dar la vuelta olímpica en el Monumental. El elenco del Riachuelo necesitaba solamente un empate para coronarse en Núñez, pero un Walter Gómez imparable y un doblete de Labruna impidieron el festejo anticipado. River venció a Boca 3 a 0 y postergó la celebración boquense. La vuelta…acá no la das.


  8. EL ÚLTIMO SUPERCLÁSICO DEL SIGLO…LO GANÓ EL CAMPEÓN DEL SIGLO 
    El River de Ramón y el Boca de Bianchi, mano a mano por la historia y por el campeonato. Es que ambos peleaban el torneo. El equipo del Virrey iba en busca de un tricampeonato, que nunca conseguiría. El millonario pasó por arriba a un timorato xeneize, que fue al Monumental con un solo delantero (Martín Palermo). Pablo Aimar abrió el marcador con un tiro al arco que tenía como destino un centro al segundo palo, según confesó tras el partido el propio Payasito. En el segundo tiempo, amplió la cuenta Juan Pablo Ángel. El Más Grande quebró así una racha de ocho años sin victorias en casa ante Boca. Y se encaminó hacia un nuevo título. El último superclásico del siglo…lo ganó el campeón del siglo. Como manda la historia.


  9. EL BAILE DEL CAÑO
    En el 99,9% de los casos, los grandes partidos pasan a la historia por sus goles, sus resultados y algún tipo de incidencia fuera de lo habitual. En el Apertura 2007, más allá del triunfo y del gran partido de River, el Monumental vibró al compás de los caños. Ariel Ortega y Diego Buonanotte fueron los grandes protagonistas. Gabriel Paletta y Neri Cardozo, sus víctimas. Otra curiosidad fue la inclusión de Leonardo Ponzio como lateral derecho. Claro que el equipo dirigido por entonces por Daniel Alberto Passarella tuvo una tarde brillante y fue ampliamente superior a su rival. Fue 2 a 0, con goles de Falcao y del propio Burrito, de penal. Pudieron ser más. Aunque los caños se terminaron celebrando casi como un gol… 


  10. DE TAQUITO A LA GLORIA
    River, de andar irregular en el torneo, recibía al Boca de La Volpe, que terminaría quedándose sin el tricampeonato en la recordada final ante Estudiantes. En el Monumental, mostró un poco de esa falta de carácter para conquistar grandes cosas. Gonzalo Higuaín, de taco, abrió el marcador para el conjunto del Kaiser. Rodrigo Palacios igualó para la visita. El Pipita, tras un contragolpe perfecto, desparramó a Bobadilla por el piso y anotó el 2-1 para La Banda. El broche de oro lo puso el Tecla Farías, luego de un pase filtrado de Fernando Belluschi. Tras el encuentro hubo un emotivo abrazo entre Passarella y La Volpe. Y una fiesta interminable, que continuó con el DT de River en el hall central festejando con los hinchas.


  11. BONUS TRACK: LA «LEY DEL EX» Y RENUNCIA EN EL VESTUARIO DEL MONUMENTAL

    Con sólo 10 superclásicos inolvidables nos quedamos cortos. Por eso, hubo que agregar un bonus track, que tiene que ver justamente con la última victoria en el Monumental por torneos locales hasta la fecha. Fue en noviembre de 2010, en un partido que tuvo una serie de condimentos más que curiosos. Tras la flojísima campaña de Ángel Cappa, el ex-Huracán dio un paso al costado una semana antes de enfrentar al eterno rival. Daniel Passarella le pidió a Juan José López, por entonces Coordinador del Fútbol Juvenil, que se hiciera cargo del «fierro caliente». Y Jota Jota finalmente se sentó en el banco de River. Claudio Borghi, DT del eterno rival, también llegaba en la cuerda floja. Con pasado en Boca, Jonatan Maidana jugaba su primer superclásico con La Banda roja en el pecho. Y anotaría de cabeza el único tanto del encuentro, cumpliendo con la infalible «Ley del Ex». Aquella victoria no significó mucho desde lo estadístico, pero marcó otro hito en el abandono boquense: tras la derrota ante el Más Grande, el Bichi Borghi renunciaba en el vestuario visitante del Monumental. ¿Cómo olvidarlo?