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IMAGEN: Getty

Lucas Alario apareció en todo su esplendor ante Rosario Central y marcó un hat-trick para darle otro título a River. Además, «el Flaco de los goles importantes» finalizó como goleador del certamen y se trasnformó en el goleador histórico de la Copa Argentina, con siete gritos. Tras el encuentro, los organizadores le obsequiaron el balón del partido.

Cuestionado. Autocrítico. Hasta en algún momento, descartado por el entrenador millonario debido al bajón que tuvo durante gran parte del año. Sin embargo, cuando llaman las finales, el hombre aparece y deja su huella.

Esta noche, Lucas Alario fue la figura determinante de River en la final de la Copa Argentina. Anotó dos goles de penal, es cierto, pero también estampó el tercer grito de la noche en un momento bisagra del partido, cuando parecía que la fiesta era toda del Canalla.

El Pipa, recordado por sus goles en las instancias decisivas de la Copa Libertadores 2015, la semifinal del Mundial de Clubes y en la Recopa 2016, anotó en una nueva final y por triplicado. Tras el partido, la organización del  torneo le obsequió el balón del partido y reconoció al artillero millonario como máximo goleador de la Copa Argentina, desde su creación hasta la fecha, con siete tanto. «El Flaco de los goles importantes» sigue haciendo historia.