Un arbitraje bochornoso le regaló al Vasco Da Gama el triunfo y el tercer puesto en la Florida Cup. El millonario fue mucho más que el conjunto carioca, pero le anularon (mal) un gol y no le cobraron dos claros penales. El único tanto del encuentro, un gran tiro libre de Nené, también fue un invento del juez, que tuvo una tarde para el olvido.
De amistoso no tuvo nada. Desnaturalizado por un pésimo arbitraje, River se quedó con las manos vacías tras caer ante el Vasco da Gama por la mínima diferencia (y por un tiro libre inventado por el pito), luego de una gran ejecución de tiro libre de Nené.
En la primer etapa, el conjunto de Marcelo Gallardo estuvo lejos del gol. Más allá de alguna escalada de Moreira por la derecha y de Olivera por la izquierda, River no encontró los caminos para lastimar al elenco brasileño, que se paró en su campo y apostó a la contra. Y aunque atacó poco, contó con las dos chances más claras de la primera etapa.
En el complemento, el equipo del Muñeco creció con los ingresos de Rodrigo Mora y Tomás Andrade. Estuvo más fino con la pelota y más punzante en los últimos treinta metros. Y generó todo lo que no había producido en los primeros 45 minutos. El uruguayo fue protagonista de tres situaciones clarísimas y un gol legítimo, mal anulado por uno de los jueces de línea.
Antes, Driussi había recibido un planchazo muy duro dentro del área que debió haber sancionado el juez con la pena máxima. El #11 de River debió salir del campo de juego con un fuerte dolor en el empeine, que preocupó a todos. Sobre el cierro, hubo una mano muy clara dentro del área y otro penal no sancionado, en las narices del propio árbitro.
Gracias al regalo arbitral y la falta de eficacia a la hora de la definición, el Vasco Da Gama se quedó con el tercer puesto de la Florida Cup.
