Isotipo_Figuras3
CON ALMA Y VIDA. ASÍ GRITÓ SEBA DRIUSSI EL PRIMER TANTO EN EL SUPERCLÁSICO.

Con goles de Sebastián Driussi y Arturo Mina, River Plate derrotó a Boca Juniors en el primer superclásico del año y se quedó con la Copa Luis Nofal. Driussi, Insaurralde y Benedetto vieron la tarjeta roja sobre el final luego de una serie de empujones.

En un partido caliente, como cualquier superclásico oficial, el elenco de Marcelo Gallardo volvió a sacar chapa ante su eterno rival y se quedó con el primer derby del año. 

Luego de un primer tiempo en el que hubo mucha fricción y poco fútbol, River Plate sacó provecho del golpe por golpe que propusieron ambos equipos luego de una mala salida de Peruzzi. Insaurralde fue al piso, la pelota dio en su brazo y Pitana sancionó penal. En la ejecución desde los doce pasos, Seba Driussi no falló y desató el primer grito de la noche. 

Envalentonado luego de conseguir la ventaja, el millonario se hizo dueño del segundo tiempo y lastimó al equipo de los hermanos Barros Schelotto, ganándole la batalla en el medio a Gago y Pérez. Batalla que en el primer tiempo, por momentos, había perdido. A los 24 minutos, tras un tiro de esquina discutido (¿otro «No Fue Córner»?), Arturo Mina ganó en las alturas y estampó el segundo tanto.

De ahí en más, con el partido a pedir de River, La Banda comenzó a florearse. A tocar la pelota, a pisarla y hacerla circular. El «Ole» de las tribunas calentó a los jugadores boquenses, que no se bancaron un lujo del juvenil Exequiel Palacios y terminaron a los empujones, todos contra todos. Pitana le marcó el camino de las duchas a Driussi por el lado de River y a Insaurralde y Benedetto para el eterno rival.

Así, con poco desde lo futbolístico pero con mucha intensidad y temple, el Más Grande volvió a quedarse con otro superclásico para llegar a la final ante Lanús -el verdadero objetivo- con el envión anímico y mucha confianza.