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EL MILLONARIO CONSIGUIÓ UN TRIUNFO VITAL EN EL SUR. (IMAGEN: Prensa River)

El millonario dio vuelta un trámite complicado y cosechó un triunfo valiosísimo ante Lanús. José Sand había puesto en ventaja al equipo de Almirón. Ariel Rojas, Gonzalo Martínez y Carlos Auzqui marcaron para River.

River volvió a ser River. El de la Copa. El de las definiciones mano a mano. El de los dientes apretados y entrega máxima. El de las finales y las grandes proezas. El River de Gallardo, apuntado como un equipo «moldeado» para los cruces internacionales, apareció en el torneo local y venció a un rival de fuste como Lanús.

En la primera etapa, el equipo de Jorge Almirón fue un poco más que el millonario. En el contexto de un encuentro parejo, Lanús tuvo más fluidez en el juego, aunque sin demasiada profundidad. Tuvo en Lautaro Acosta una de las claves para el desnivel, en un mano a mano incansable con Camilo Mayada en el que ganó por puntos el extremo del Granate. A través de él y uno de sus tantos desbordes llegó la primera emoción de la noche, luego de un centro que no lograron despejar ni Martínez Quarta ni Batalla. José Sand aprovechó uno de los pocos desaciertos de la defensa del Más Grande y estampó el 1-0 parcial para el local.

River reaccionó casi de inmediato. Gonzalo Martínez, que había desaprovechado un contragolpe en la previa al gol de Sand, sacó un misil desde afuera del área que hizo temblar el travesaño. Fue solamente un aviso. El Pity sería un verdadero dolor de cabeza para Lanús. 

En el complemento, La Banda pegó de entrada. Tras un tiro libre de Ponzio que quedó corto, Martínez volvió a meter la pelota al corazón del área y encontró al Chino Rojas, que en posición de adelanto anotó la igualdad con un derechazo que se coló en el ángulo. De ahí en más, se vio otro River.

Mucho más fino en la posesión y la circulación del balón, el elenco del Muñeco se hizo dueño del trámite, más allá de sufrir algunas contras de considerable peligro. A los 33 minutos, tras una falta de Román Martínez en la puerta del área, el Pity se sacó la mufa y con algo de ayuda de la barrera logró anotar el 2 a 1 que desató un verdadero carnaval en la tribuna visitante.

Lanús, en su búsqueda desesperada por conseguir la igualdad, se desordenó en le fondo y le brindó a River la posibilidad de estirar la diferencia sobre el cierre del match. Tras una buena combinación del juvenil Exequiel Palacios y Gonzalo Martínez, el #10 millonario habilitó con un gran pase filtrado a Lucas Alario. El goleador de La Banda dejó su egoísmo de lado y buscó a Carlos Auzqui, que sólo tuvo que empujar con el arco de frente.

Así, River construyó una victoria fundamental para sus aspiraciones en el torneo local y desplegó su mística copera en un escenario siempre hostil para el Más Grande.