Con goles de Lucas Alario y Rodrigo Mora, el conjunto millonario derrotó a Godoy Cruz 2 a 1 y cosechó su tercera victoria consecutiva en el torneo local. Javier Correa descontó para el Tomba mendocino.
River volvió a decir presente y a superar un duro escollo fuera de casa. Como ante el Deportivo Independiente Medellín en la Copa y frente a Lanús en el torneo local, mostró pasajes de buen fútbol, sobre todo en el primer tiempo. Y demostró que las últimas victorias conseguidas en las dos competencias no fueron un simple espejismo.
La primera emoción de la noche llegó a los 23 minutos, cuando el millonario merecía largamente la ventaja porque superaba a Godoy Cruz en todos los aspectos. Un gran pase en cortada de Gonzalo Martínez dejó a Lucas Alario mano a mano con Rodrigo Rey, que salió algo apresurado y pasó de largo ante el toque sutil del Pipa, que finalizó en el fondo del arco.
Más allá de la diferencia en el juego y el resultado, el equipo de Lucas Bernardi generó peligro cada vez que apostó al pelotazo a las espaldas de los laterales. Y de un bochazo largo llegó la igualdad transitoria. Jonatan Maidana perdió el anticipo en las alturas y Javier Correa con un fuerte zurdazo venció la floja resistencia de Augusto Batalla.
En el complemento, al elenco de Marcelo Gallardo le costó sostener el ritmo y la fluidez de la primera etapa. Aunque tuvo, de todas maneras, la tenencia del balón y las mejores chances. A 20 minutos del final, el Muñeco movió el banco y mandó a Mora y Alonso al campo de juego en reemplazo de Driussi y Alario, de gran despliegue en el partido.
En ese pasaje final, cuando se hizo un partido con un poco más de ida y vuelta, River hizo valer su poderío en el balón detenido. Luego de un cóner del Pity desde la derecha, Rodrigo Mora se anticipó a todos y cambió con un cabezazo la trayectoria del balón. La estirada de Rodrigo Rey fue inútil. El uruguayo volvió al gol luego de un año sin anotar y le dio el triunfo definitivo al Más Grande, que sigue ganando, gustando, sumando y creyendo en sí mismo.
