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EL PITY RECIBIÓ UNA OVACIÓN DE TODO EL MONUMENTAL

(INCLUYE VIDEO) Pese a que no tuvo su mejor tarde, Gonzalo Martínez recibió el reconocimiento de los hinchas de River cuando fue sustituido en el complemento. El Pity cambió murmullos por aplausos.

Venía de ser figura ante Lanús. Venía de ser un arma de desequilibrio ante Belgrano. Venía e jugar un gran partido en Mendoza ante Godoy Cruz. Sin embargo, frente Quilmes, el Pity no tuvo demasiadas luces. Tampoco desentonó, es cierto. De hecho, tuvo un remate (con desvío en su trayectoria) dio en el travesaño y fue, tal vez, una de las pocas situaciones claras que tuvo el millonario en ese opaco primer tiempo, junto a un par de remates de Nacho Fernández desde afuera del área sobre el cierre de la primera etapa.

Más allá de no haber jugado su mejor partido, Gonzalo Martínez ganó una nueva pulseada. La de la resistencia y cierto malestar en el hincha del Más Grande, que no le perdonó algún gesto a la tribuna y, fundamentalmente, una seguidilla de arrebatos individuales que terminaban siempre con el mismo final: en desaciertos.  

A los 37 minutos del segundo tiempo, con el partido todavía abierto y River buscando el segundo tanto que sentenciara la historia, Marcelo Gallardo decidió mover el banco y mandó al juvenil Exequiel Palacios al campo de juego. Esta, vez, lo que bajó desde los cuatro costados del Monumental fue una ovación y un merecido reconocimiento. Algo inaudito desde que el mendocino se puso la #10 de River. 

Gonzalo Martínez logró transformar los insultos en aplausos, de esos que el exigente hincha de River no suele regalar fácilmente. Nada es eterno ni dura para siempre. Pero de seguir por este camino, las palmas enrojecidas serán una sana y hermosa costumbre.