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RIVER RUGIÓ EN LA BOMBONERA Y SE LLEVÓ UN SUPERCLÁSICO A PURA ACTITUD (IMAGEN: Prensa River)

Con juego, coraje e inteligencia River se quedó con el Superclásico. ¡Leones!

Driussi le mostró el león tatuado en su espalda a toda La Bombonera. Y River le mostró a Boca que este equipo es un león. Dientes apretados, agresividad, coraje, inteligencia y agilidad para comerse a su presa en su propio territorio.

Desde el primer minuto el Millo fue superior a su rival. Más sólido en todas las líneas, dueño de la pelota, profundo y protagonista de las jugadas más claras, dominó un primer tiempo que pudo haber terminado 3-0 pero fue 2-1 por el error de Batalla y por la inentendible adición del árbitro, en ese órden.

En la segunda parte se replegó un poco y supo defenderse, ocupar espacios, ganar las divididas y generar peligro de contra. Aparecieron los pibes de la casa para asegurar el triunfo: Batalla (tomándose revancha de su pifia), Martínez Quarta para ponerle candado al arco y Driussi para meter el tercero.

Hubo desempeños individuales muy buenos así como también un nivel colectivo muy alto. Se defendió y atacó bien. Moreira jugó uno de los mejores partidos desde su llegada, hizo todo bien, defendiendo y atacando; Mayada, se la bancó y estuvo a la altura, abajo y arriba; Jony Maidana fue el de las mil batallas; Martínez Quarta estuvo firme y tuvo salvadas fundamentales; Ponzio cada vez es más jugador, a la marca y despliegue de siempre le agrega cada vez más manejo de pelota y lectura de juego; Rojas fue importante para tenerla en el segundo tiempo; Pity Martínez, golazo, pase gol, jogo bonito y partidazo; Driussi y Alario, siguen jugando para que los grandes de Europa se los lleven ya; Nacho Fernández sintió la falta de ritmo pero fue determinante para tenerla y en el 3-1 para sellar el triunfo. Mora y Auzqui dejaron todo y le dieron aire al equipo.

Se disfrutó. Se sufrió. Y se súper disfruto. Fueron distintos momentos, y el fútbol se marca por momentos. Y este momento dice que River 2017 es el mejor, por juego, convicción e identidad. En La Boca, fue el Rey de la Selva.