Germán Lux (6.5): Salvó un mano a mano que pudo haber torcido la historia. En el gol, es descolocado por el rebote en Javier Pinola y se queda parado en su sitio. Cuando tuvo que salir a cortar lo hizo bien, a tiempo. Se lo vio más seguro que en otras ocasiones.
Jorge Moreira (7): Gran desempeño del paraguayo, que fue una maquinita por su sector, subiendo constantemente y causándole problemas al rival. En una de esas, buscó el centro atrás para Enzo Pérez, que derivó en gol. Cuando tuvo que responder en zona defensiva, lo hizo bien también.
Jonatan Maidana (6.5): Siempre confiable, sólido en defensa, sacando todas de arriba y poniendo la pierna y su jerarquía cuando hacía falta. Sobre el final del partido conectó un hermoso centro de Ariel Rojas para el gol.
Javier Pinola (5.5): Había tenido un buen primer tiempo, y había empezado bien el segundo. Pero tuvo un par de jugadas que opacaron su producción, cometiendo errores al devolver el balón y en el gol rival, cuando la pelota le pega. Igual tuvo un alto nivel de actividad, y estuvo siempre atento.
Milton Casco (5): No estuvo muy activo por su sector. Si bien en general no tuvo problemas en la parte defensiva, tampoco brilló en la parte ofensiva. Tuvo un error garrafal en el segundo tiempo al pasar mal una pelota atrás, que pudo haber terminado en gol rival si no fuera por la buena intervención del golero riverplatense.
Leonardo Ponzio (6): Empezó con algunos contratiempos frente a los delanteros rivales, en especial en el primer tiempo, pero se recompuso para mostrar su mejor versión en el segundo, siendo útil en la salida desde abajo y cortando los avances rivales cuando estos apremiaban.
Carlos Auzqui (5): No logra completar una actuación convincente. Si bien siempre mostró aptitud para correr y buscar la pelota, no logró desequilibrar.
Ignacio Fernández (5.5): Pincelazos de su gran jerarquía, pero no mucho más. No estuvo fino en los tiros libres y en los disparos de media distancia. Eso sí, puso una pelota bárbara en el centro atrás que Lucas Alario concluyó en gol.
Gonzalo Martínez (2): Luego de recibir una patada y un codazo del jugador rival Guido Mainero, el Pity quiso cobrar su revancha pisando al jugador de Instituto en el tobillo, enfrente del árbitro. Una acción que pudo haberle costado a River su pase a la siguiente ronda. Tuvo fortuna. Antes, había hecho un partido correcto, intentando desnivelar por los costados.
Ignacio Scocco (5.5): No tuvo demasiadas oportunidades. Empezó bien, con mucha actividad, moviéndose por todo el frente de ataque, pero en especial por los costados. Hizo un excelente amague en el gol de Lucas Alario. Luego, con el paso del tiempo empezó a desdibujarse en su accionar.
Lucas Alario (6.5): Volvió la bestia del área. Ayer aprovechó un genial centro de Ignacio Fernández y un gran amague de Nacho Scocco para fusilar al arquero rival con un potente remate desde el borde del área. Antes y después, se lo vio muy involucrado en el juego, pivoteando y también retrasándose para recibir cuando el equipo quedó con 10 hombres.
Ingresaron:
Enzo Pérez (6.5): Apenas entró recibió un centro atrás de Jorge Moreira para romperle el arco al portero rival. Luego, se lo vio suelto para recibir y conducir al equipo en la recta final.
Ariel Rojas (6.5): En la primera pelota que tocó, metió un pelotazo de área a área que casi conecta con Rafael Santos Borré para el gol. Luego, intentó varias de su tradicional repertorio, tacos y túneles, pero lo mejor fue el centro con comba desde el córner para que Jonatan Maidana lo impactara con su cabeza, al gol.
Rafael Santos Borré (6.5): Otro que entró con todas las luces prendidas y estuvo muy activo. Tuvo su premio con su gol, en el que estuvo atento a su propio rebote.
Marcelo Gallardo (DT): Si bien el planteo inicial no fue el esperado por el estratega, la calidad individual del equipo fue suficiente para doblegar al rival. Durante gran parte del partido de extrañó a Ariel Rojas, que en poco tiempo en cancha enderezó la producción futbolística.
Jorge Baliño (Árbitro): Bien. Estuvo perfecto en ambas rojas, la patada de Gonzalo Martínez y el codazo a Jorge Moreira. No le tembló el pulso para tomar decisiones.
